Carlos III (76) atraviesa uno de los momentos más delicados de su vida, con una salud que parece estar en franco deterioro. Desde que se anunció públicamente su diagnóstico de cáncer a principios de 2024, las noticias sobre el monarca británico han estado plagadas de rumores y preocupaciones. Ahora, fuentes cercanas al Palacio de Buckingham confirman que el rey no ha logrado superar los estragos del tratamiento, mostrando signos visibles de agotamiento y fatiga tras cada compromiso oficial.
En su reciente gira por Australia, el rey dejó a muchos boquiabiertos cuando tuvo que retirarse abruptamente de un almuerzo de Estado en Sídney. Testigos afirmaron que Carlos III se mostró muy cansado durante el evento y fue asistido rápidamente por su equipo médico. Antes de irse, el monarca entregó un reloj de arena como regalo simbólico, acompañado de una frase que dejó a todos en shock: “Esto es para que recordéis que el tiempo es muy breve”. Estas palabras avivaron los rumores sobre la posibilidad de que el soberano podría estar enfrentando una cuenta regresiva irreversible.
Los desmayos no cesan: el rey Carlos III se desploma por el cansancio
Frente a su delicada situación de salud, Carlos III ha decidido convocar a los miembros de la Familia Real para prepararse ante lo que podría estar por venir. La periodista Concha Calleja, en su programa ‘Fiesta’, ha revelado que los últimos análisis médicos del monarca no mostraron señales de mejoría, y el cáncer ha avanzado considerablemente. “El tratamiento va a tener que alargarse un poquito más”, aseguró Calleja, sugiriendo que la intención de los médicos ha cambiado de buscar la curación a enfocarse en el alivio de los síntomas.
De hecho, la enfermedad ha progresado de tal manera que el rey ha empezado a sufrir desmayos. Estos episodios son consecuencia tanto del cáncer, que sigue avanzando, como de un tratamiento que lo deja visiblemente agotado. Según Calleja, “cuando llega a casa, se desploma en un sofá, se queda sin fuerzas”. Sin embargo, a pesar de su estado, Carlos III se niega a rendirse; ha manifestado que dedicará el tiempo que le queda a la Corona, mostrando así su compromiso inquebrantable con su deber, incluso en estos momentos tan difíciles.
La Familia Real debate opciones ante el deterioro de Carlos III
Los médicos que supervisan el tratamiento del monarca han optado por prolongar el uso de terapias paliativas, que buscan aliviar los síntomas más graves. Sin embargo, los especialistas ya han advertido que estas medidas no podrán extender indefinidamente la vida del rey. Mientras tanto, las alarmas se han encendido en la Familia Real, que se encuentra debatiendo internamente tres escenarios críticos: la delegación de poderes, la instauración de una regencia o incluso la abdicación de Carlos III.
El Reino Unido observa con incertidumbre este momento crítico, no solo por el estado de salud del monarca, sino también por lo que esto implica para la estabilidad de la monarquía. Aunque Carlos III ha dejado claro que su compromiso con la Corona sigue firme, el deterioro de su salud es innegable. Los desmayos recurrentes y la falta de energía marcan el ritmo de sus últimos días como rey activo, mientras el país comienza a prepararse para un posible cambio de era.