'God Save The King' es uno de los gritos más repetidos hoy en día en Inglaterra. El antiguo 'God Save The Queen' ha mutado y ahora es Carlos III el que recibe todo tipo de pleitesías. Tiene a vasallos a su poder, como el príncipe Guillermo, y avanza en su reinado con corona o sin ella. Cuando no la tenía era un tozudo y un refunfuñón y ahora lo sigue siendo. Ya es oficial: Charles The Third se queja igual que siempre, incluso en la propia ceremonia de coronación. Ahora, expertos en leer los labios, han descifrado el contenido de algunas de las conversaciones de His Majesty en la carroza con Camilla y fuera de ella. Pero ojo, porque también han podido saber cosas de Harry mediante el lenguaje labial.

Es el 'Daily Mail' el que pone óleo sobre lienzo en esta cuestión. Los expertos explican que Carlos, mientras estaba esperando en el interior de la carroza Jubileo de Diamante, pillaba un mosqueo de tres pares de narices. En vez de estar feliz por el evento que iba a vivir a continuación, una cita histórica en el Reino Unido, estaba más enfadado que el enanito Gruñón de Blancanieves. Surrealista la escena, que se explica por sí sola. Carlos y Camilla se encontraban en la carroza esperando durante dos minutos por un pequeño retraso que había tenido el príncipe heredero, que llegaba a la Abadía de Westminster acompañado de su esposa Kate Middleton y sus tres hijos, Louis, George y la nieta preferida de Su Majestad, Carlota de Gales. Una vez allí, tras dos "largos" minutos de espera, protocolo de Buckingham Palace dejaba bajar al rey de la pomposa carroza.

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Pero antes de bajar, mientras esperaba junto a Camilla a su hijo, Carlos III murmuraba unas palabras de persona que se impacienta por cualquier cosa. Estaba yendo todo como la seda excepto un pequeñito retraso de dos minutos -que no era ni tal-, y aun así Carlos exclamaba lo siguiente: "Nunca podemos estar a tiempo. Siempre hay algo… Eso es aburrido". Impaciente, el Rey se mostraba aliviado cuando llegaba su heredero a Westminster y la ceremonia, ahora ya sí, estaba a punto de comenzar. Un detalle que no se quedó aquí, pues Su Majestad también se expresó dos veces más en voz baja durante el día, cosa que captaron las cámaras de televisión y traducieron los expertos. "Te lo agradezco, Guillermo", le dijo a su hijo cuando este le juró lealtad, arrodillado, en el evento de coronación, ya con Carlos con corona. Como con corona iba cuando se desplazó al balcón del Palacio de Buckingham a saludar a la multitud de fieles que se habían acercado a saludarlo. Las calles estaban abarrotadas de monárquicos y a Charles le daba igual... "Me alegraré cuando todo termine", le espetaba a Camilla, mostrando su mal humor.

Expertos leen los labios a Harry

Carlos III no fue el único personaje royal que fue cazado por los expertos en lectura labial. Harry, el duque de Sussex que está enfrentado a toda su familia, también fue pillado largando. "Es triste. Estoy harto, he intentado hablar con él", le revelaba el príncipe Enrique a Jack Brooksbank, el marido de su prima Eugenia de York. ¿A quién se refería? Eso ya son especulaciones y no la tarea de los lectores de labios del 'Daily Mail'. ¿Para cuándo el siguiente capítulo?

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