En 2024, la corona británica comunicaba una noticia que alteraba profundamente a la nación: Carlos III había sido diagnosticado con cáncer, una enfermedad que se detectó durante una operación rutinaria. Aunque los detalles sobre el tipo exacto de cáncer han permanecido en secreto, lo que ha quedado claro es que el rey ha estado recibiendo un tratamiento agresivo desde entonces. De hecho, se dice que padece el mismo cáncer de médula ósea que su madre, Isabel II, que sufrió mucho hasta sus últimos días. A pesar de sus esfuerzos por seguir con sus obligaciones reales, los últimos resultados médicos han revelado una verdad inquietante: la situación ha empeorado, y el monarca ha dejado de luchar.

Desde que el diagnóstico salió a la luz, la Casa Real Británica ha intentado mantener una imagen de normalidad ante el público. Carlos III ha seguido realizando visitas y compromisos, incluso llevando a cabo una gira internacional por Australia. Sin embargo, esta apariencia de normalidad ha sido, en gran parte, una cuestión de fachada.

Carlos III Camila GTRES
Carlos III y Camila / GTRES

El cáncer de Carlos III no remite

Fuentes cercanas a la familia real han revelado que, aunque el rey quiere cumplir con sus responsabilidades, la realidad es que estos viajes y compromisos “son cosas que tiene que hacer” más que actividades que realmente desee realizar. 

El programa Fiesta, de Telecinco, desveló información preocupante sobre la salud de Carlos III. Según los últimos informes, el cáncer no ha remitido y, a pesar de sus esfuerzos por mantener el ritmo habitual, el tratamiento sigue siendo largo y agresivo. La situación es más grave de lo que se había dejado entrever, y ahora la monarquía británica enfrenta una nueva realidad: un rey que ya no puede ocultar los efectos de la enfermedad.

Carlos III GTRES
Carlos III GTRES

Carlos III se rinde, no puede más

El monarca, que siempre ha sido un hombre de gran fortaleza, parece haber llegado al límite. Según fuentes cercanas a la familia real, Carlos III está “cansado” y “desanimado”, y, lo que es aún más alarmante, ha dejado de luchar. Durante meses, ha intentado mantenerse firme ante las cámaras, pero ahora, aquellos que lo rodean han notado un notable desgaste emocional. La constante lucha contra la enfermedad ha sido demasiado para su cuerpo, y la ansiedad por no poder recuperarse completamente ha afectado su capacidad de mantenerse al frente de la monarquía.

El equipo médico que sigue a Carlos III se ha mostrado preocupado por su salud en las últimas semanas. Las revisiones médicas han confirmado que la enfermedad no solo sigue presente, sino que requiere más tiempo y tratamiento, lo que limita aún más la vida pública del rey. La presión emocional que esto ha causado en la familia real es considerable. Si bien la reina consorte Camilla ha mostrado una imagen de apoyo constante, no es un secreto que ambos están atravesando un momento de profunda tristeza y desesperanza.