Qué bonito es ser nieto. Disfrutar de los abuelos es de las cosas más tiernas que hay: te hacen el té de la tarde, juegas al parchís con ellos, te vas de vacaciones a un destino acomodado... En definitiva, cada día debería ser el día del abuelo. Puedes ser abuelo a los cuarenta, a los ochenta o nunca. Carlos III de Inglaterra hace tiempo que lo es y hace mucho mejor de yayo que de rey. Como monarca es un cero a la izquierda porque habla mal a sus sirvientes, se deja poner el pijama por los mayordomos y les hace aspavientos a los uijeres. Como abuelo, es todo lo contrario: amable, cuqui, besucón... En definitiva, un abuelito de los que ya no quedan. A sus 73 años, disfruta de esta etapa de su vida en la que no todo son canas y arrugas: también mimos. Con Llibet, con Jorge, con Luis, con Archie y con Carlota.
Precisamente, esta última es la favorita. Carlota de Gales, hija del príncipe Guillermo y de Kate Middleton, es el "bollito" al que más adora King Charles. Su Majestad se ha deshecho en elogios varias veces hacia sus nietos, pero nunca como lo ha hecho con Charlotte. “Es preciosa, esperaba tener una nieta, alguien que me cuide cuando sea muy mayor", reconocía en su momento el marido de Camilla Parker. Y es que ella tampoco se queda corta: es la típica abuela inglesa que pasea por el salón, con una tazita de cerámica de té caliente en mano y con un sombrero muy de lady.
Ha sido la propia Parker la que en más de una ocasión ha explicado cuánto de buen abuelo es Sir Charles. “Mis nietos lo adoran, lo adoran absolutamente. Él lee Harry Potter y puede hacer todas las voces diferentes y creo que los niños realmente lo aprecian eso”, comenta la reina. Y es que no es para menos: no nos esperábamos otra novela que no fuera Harry Potter -quizás Oliver Twist-. British de pura cepa.
Enamorado de sus nietos
Carlos de Inglaterra es tan buen abuelo que en sus residencias se pueden ver todas las fotos de sus cinco caramelitos. Los hijos de Guillermo y Kate y de Harry y Meghan, un total de cinco entre ambos, copan las estanterías y las mesitas de noche de los dormitorios del rey inglés. Tanto en Buckingham como en su actual residencia, Clarence House -en donde vive desde 2003 con Camilla Parker-, el monarca les da un beso a cada uno de ellos y les da las buenas noches antes de meterse en el sobre. Aunque el kiss más especial se lo lleva la princesita Carlota, también a Lilibet le guiña el ojo de manera especial. Y es que aunque no pueda ver tanto como le gustaría a los hijos de los duques de Sussex, hace poco, el rey Carlos pudo tener un primer encuentro con Lilibet, la princesa más joven de la corona inglesa. Aunque no han trascendido imágenes, fuentes cercanas a "La Firma" han confirmado a Look que nieta y abuelo tuvieron muy buena sintonía. Su apodo es más que merecido: mientras en España tenemos a Felipe 'El Preparado' o a Pedro Sánchez 'El Guapo', en Inglaterra tienen su versión de Carlos, 'El Yayo'.