La estrategia de la compra de silencio ha sido empleada una vez más por los miembros de la realeza. Si bien Juan Carlos I de España protagonizó un escándalo con Iñaki Urdangarin al comprar su silencio durante el proceso de divorcio con la infanta Cristina, ahora es Carlos III de Inglaterra quien busca asegurarse de que los secretos de la difunta Isabel II no salgan a la luz. El recién coronado monarca británico ha tomado medidas drásticas para comprar el silencio de Angela Kelly, la exasistente personal y modista de la reina, al otorgarle una millonaria residencia y obligándola a firmar un acuerdo de confidencialidad.
Hace tan solo unos días, Angela Kelly, de 65 años, se vio obligada a abandonar su residencia cercana al Castillo de Windsor, tras varios meses después de haber dejado de formar parte del personal real, dado que Camilla Parker-Bowles decidió contratar a su propio asistente personal. Este hecho generó una serie de especulaciones sobre la existencia de secretos incómodos que podrían haber provocado la destitución de su cargo. Sin embargo, Carlos III ha ideado una peculiar e inesperada estrategia para asegurarse de que Kelly no revele ningún detalle sobre su relación con la difunta monarca.
La recompensa del silencio: una nueva residencia y un acuerdo de confidencialidad
Con el objetivo de preservar la memoria de su madre y mantener los secretos de la Familia Real ocultos, Carlos III ha otorgado a Kelly una residencia de por vida en Peak District, una zona alejada. No obstante, esta recompensa no viene sin condiciones. Según informes de la prensa local, la exasistente de Isabel II ha sido obligada a firmar un acuerdo de confidencialidad que prohíbe revelar más detalles sobre su relación con Isabel II. Además, le impide utilizar comercialmente términos relacionados con la realeza, como ‘palacio’ y ‘real’, en futuros negocios.
La cercanía entre Angela Kelly y la difunta reina Isabel II era tal, que se cuenta que la diseñadora se ponía los zapatos nuevos de la monarca para ablandarlos antes de que la reina los usara. Este nivel de intimidad y complicidad entre ellas le permitió a Kelly obtener el permiso excepcional de escribir una serie de libros sobre su relación con la reina de Inglaterra, a la que consideraba ‘su mejor amiga’. Aunque ya se han publicado dos de estos libros, el futuro del tercero pende de un hilo debido al acuerdo firmado con Carlos III.
Angela Kelly se despide y busca estar cerca de su familia
A través de sus publicaciones en Instagram, la modista ha compartido su tristeza por dejar el que fue su hogar durante muchos años, y ha mostrado entusiasmo por su nueva residencia. Además, ha destacado que el traslado la acercará a su familia en Sheffield. La exasistente de Isabel II, que ahora se jubilará y no volverá a trabajar para la realeza, ha dejado claro que el cambio de residencia no solo marca el final de una etapa en su vida, sino también será una oportunidad para estar más cerca de sus seres queridos.