La familia real británica, conocida por su imponente imagen de unidad, se ha visto sacudida por rumores sobre tensiones internas entre dos de sus figuras más prominentes: el rey Carlos III y la princesa de Gales, Kate Middleton. Aunque ambos siguen participando en compromisos oficiales, varias fuentes aseguran que la relación personal entre ellos se ha deteriorado en los últimos meses. La separación, aunque no se refleja en apariciones públicas, ha sido el resultado de profundas diferencias personales y políticas.
Aunque en público tanto Carlos como Kate intentan mantener la fachada de una relación cordial, los gestos de frialdad son cada vez más evidentes. Los eventos oficiales donde antes solían mostrarse cercanos han visto una reducción significativa en la interacción entre ellos. La princesa de Gales, conocida por su rol activo en causas sociales y su imagen de independencia, ha preferido centrarse en sus propios proyectos y en el bienestar de su familia, en lugar de seguir de cerca las directrices de la Casa Real británica.
La relación entre Kate Middleton y Carlos III atraviesa su momento más bajo
La situación recuerda a lo que ocurría entre la reina Letizia y el rey emérito Juan Carlos I. Desde que Carlos III asumió el trono, sus decisiones han marcado un antes y un después en la familia real. Con su visión de una monarquía más moderna y reducida, no todos los miembros de la familia han estado de acuerdo.
En particular, Kate, una figura clave dentro de la realeza, ha expresado en privado su descontento con algunas de las decisiones de su suegro, especialmente en lo relacionado con el futuro de la monarquía. Este distanciamiento, según medios británicos, comenzó a tomar forma poco después de la muerte de la reina Isabel II, quien dejó un vacío difícil de llenar en la institución.
Carlos III y Kate Middleton no comparten visión sobre la monarquía
El distanciamiento se ha intensificado debido a las diferencias sobre el rol de Kate dentro de la familia real. Si bien el rey ha buscado limitar las funciones de los miembros de la realeza para adaptarse a una imagen más austera, la princesa ha mantenido un enfoque más tradicional, centrado en el trabajo social y el apoyo a iniciativas benéficas. Esto ha generado controversias dentro del círculo cercano al monarca.
Este enfriamiento de la relación llega en un momento crítico. La enfermedad de Carlos III avanza de forma acelerada. Su estado físico empeora cada día, mientras que los expertos no le auguran más de un año de vida por delante, tras lo cual habrá cambios importantes con la subida al trono del príncipe Guillermo y Kate.