El rey Carlos III se encuentra sumamente molesto y decepcionado con su hijo, el príncipe Guillermo, y su esposa Kate Middleton. Parece que los nuevos duques de Cornualles han tomado una decisión que ha dejado a Carlos sin su amada casa de vacaciones en Gales. Según informes del 'Daily Mail', Guillermo le ha comunicado a su padre que deberá pagar para poder quedarse como huésped en la propiedad, y que debe retirar todas sus pertenencias del lugar. Esta noticia ha afectado profundamente al rey, quien había restaurado la casa con amor y disfrutaba de pasar tiempo en ella durante sus vacaciones.
Carlos III y Guillermo se enfrentan por el futuro de Llwynywermod
La propiedad en cuestión es Llwynywermod, una encantadora casa de campo ubicada en las afueras del Parque Nacional de Brecon Beacons. Fue adquirida por Carlos en 2007 por £ 1.2 millones y había sido renovada con esmero por el nuevo monarca. Sin embargo, esta casa fue comprada a través del Ducado de Cornualles, ducado que Guillermo y Kate asumieron tras la muerte de la reina Isabel II el año pasado, por lo que no pertenece a las propiedades privadas de Carlos III. Según se ha dado a conocer, el padre de Guillermo y Harry solía pasar una o dos semanas allí cada verano, disfrutando de la tranquilidad y belleza del lugar. Sin embargo, ahora su hijo mayor ha decidido no renovar el contrato de arrendamiento, y planea alquilar la propiedad como casa de vacaciones después de septiembre.
Carlos III, obligado a enfrentar los cambios en su legado familiar
Como era de esperarse, esta noticia ha sido una gran decepción para Carlos, quien esperaba poder seguir disfrutando de su refugio personal. Según fuentes cercanas, el rey está molesto por la decisión de Guillermo y se siente traicionado por su hijo. La casa de tres habitaciones, rodeada de 192 acres de campo ondulado, y que cuenta con un granero adjunto y una cuidada decoración interior diseñada por la hermana de Camilla Parker Bowles, Annabel Elliot, se alquilará a turistas a partir de septiembre, dejando a Carlos sin su lugar de retiro.
A pesar de esta situación, Carlos ha acordado continuar pagando el mantenimiento de la propiedad, incluyendo los costos de los expertos en topiarios que se encargan de mantener los árboles y arbustos en perfecto estado en los terrenos. Esta decisión refleja el apego emocional que el rey tiene hacia el lugar y su deseo de preservar el trabajo realizado en la propiedad. No obstante, a pesar de poder quedarse en la casa como huésped pagando un alquiler al Ducado de Cornualles, el tiempo que Carlos podrá disfrutar de su amada casa de vacaciones estará limitado, ya que el resto del tiempo estará disponible para alquiler. A medida que la disputa entre Carlos III, Guillermo y Kate Middleton continúa, queda por ver si esta situación impactará aún más en la relación entre padre e hijo. ¿Podrán resolver sus diferencias y encontrar una solución mutuamente satisfactoria? O, por el contrario, ¿esta ruptura se convertirá en una brecha aún más profunda en la Familia Real? El tiempo dirá cómo afectará esta decisión a la escandalosa dinámica familiar de los Windsor.