El deteriorado estado de salud de Carlos III, marcado por su batalla contra un agresivo cáncer, ha encendido las alarmas en la Familia Real británica. Aunque el monarca intenta mantener una imagen de fortaleza, su fragilidad ha llevado a consideraciones internas sobre un posible traspaso de poderes al príncipe Guillermo como regente. Sin embargo, más allá del futuro del trono, lo que realmente preocupa a Carlos es el incierto destino de su esposa, Camilla Parker Bowles, tras su muerte. La reina consorte, constantemente en el ojo del huracán, teme perder la protección que el monarca representa. Según fuentes cercanas al Palacio de Buckingham, Camilla enfrenta el rechazo absoluto de los príncipes Guillermo y Harry, quienes todavía la culpan por el final trágico de Lady Diana y por las heridas emocionales que marcaron su infancia.
El recuerdo de Lady Di: la herida que no cicatriza
Desde que Camilla asumió el título de reina consorte tras la muerte de Isabel II en 2022, su figura ha sido objeto de controversia. Aunque algunos sectores de la sociedad británica la han aceptado, los hijos de Lady Di no han perdonado ni olvidado. Guillermo y Harry ven en ella la causa del sufrimiento de su madre y, según rumores, no dudarían en tomar represalias una vez que el rey Carlos III no esté para protegerla.
Fuentes cercanas aseguran que el príncipe Guillermo, al asumir su rol como rey, podría marginar a Camilla de la esfera real, despojándola de títulos, residencias e incluso del apoyo económico que actualmente disfruta. Por su parte, Harry, quien en varias ocasiones ha denunciado los traumas sufridos en su juventud, podría encontrar en este acto una forma de honrar la memoria de su madre. El mayor temor de Carlos III es que, a pesar de las tensiones entre sus hijos, el recuerdo de Lady Di pueda unirlos en un acto de venganza conjunta contra Camilla, dejando a la reina consorte completamente desprotegida y humillada públicamente.
¿La última voluntad del rey?
Consciente de este oscuro panorama, Carlos III ha dedicado parte de sus últimos meses a asegurar el futuro de Camilla Parker Bowles mediante su testamento. Según ha trascendido, el monarca británico ha establecido medidas estrictas para garantizar que a su esposa no le falte nada tras su partida, blindándola de posibles ataques de Guillermo y Harry. Entre las disposiciones más destacadas está el derecho de Camilla a conservar su residencia en los palacios reales, un generoso apoyo económico mediante la subvención soberana, y el reconocimiento formal como “Queen Dowager” (reina viuda), título similar al que ostentó la Reina Madre tras la muerte de Jorge VI. Estas medidas buscan no solo protegerla, sino también consolidar su posición dentro de la monarquía, aunque esto pueda agravar las tensiones con los príncipes.
A pesar de los intentos de Carlos III por dejar todo cuidadosamente establecido, los especialistas señalan que estas decisiones podrían ser el detonante de una nueva batalla en la ya fragmentada familia real. Los príncipes Guillermo y Harry podrían interpretar estas medidas como un desafío directo a la memoria de su madre, la queridísima princesa Diana, lo que podría intensificar su animadversión hacia Camilla, a quien han considerado siempre como la “madrastra malvada”.