Carlos III, el recién coronado monarca británico, está realizando cambios importantes respecto a las tradicionales vacaciones de la Familia Real. A diferencia de su madre, Isabel II, quien prefería pasar la mayor parte del verano en el Castillo de Balmoral, el Rey ha decidido extender el horario de apertura al público de esta residencia real durante dos semanas, lo que afectará los planes de los Windsor para disfrutar de este espectacular paraje durante todo agosto. Sin embargo, el monarca tiene otros planes para sus propias vacaciones. Carlos III planea pasar la primera semana de agosto en el Castillo de Mey, la antigua casa de la Reina Madre, y posteriormente dirigirse a Birkhall, su residencia en la finca de 20.000 hectáreas de Balmoral, lugar donde espera compartir tiempo de calidad con sus nietos más jóvenes, el príncipe Archie y la princesa Lilibet Diana, hijos del príncipe Harry y Meghan Markle, durante las vacaciones de verano. Según fuentes cercanas al Palacio, Carlos III espera estrechar lazos con sus nietos y se muestra preocupado por su futuro papel en la realeza, lo que motiva su interés en pasar tiempo con Archie y Lilibet.
Harry y sus hijos de vacaciones con los Windsor, pero sin Meghan
A pesar de la invitación extendida a Harry y a sus hijos, Carlos III sigue firme en su posición con respecto a Meghan Markle. El nuevo monarca no ha invitado a la duquesa de Sussex a unirse a las vacaciones familiares, repitiendo la misma acción que tomó en el día de la muerte de Isabel II, cuando impidió que Meghan acompañara a Harry a Escocia para despedirse de su abuela. Esta polémica decisión causó tensiones y desacuerdos entre el príncipe y su padre. Ahora, la misma situación parece estar repitiéndose una vez más.
El príncipe Harry toma una decisión drástica en medio de los rumores de crisis matrimonial
Aunque la invitación de Carlos III podría ser considerada como un intento de ‘tregua’ entre él y su hijo pequeño, el príncipe Harry se estaría enfrentando a un grandísimo dilema. Por un lado, el duque de Sussex desea estrechar la relación de sus hijos con su abuelo y el resto de la Familia Real, pero por otro lado, no quiere alimentar más los rumores de crisis matrimonial y posibles conflictos familiares al viajar sin Meghan. Por ese motivo, y ante esta negativa por parte de Carlos III, el príncipe Harry ha tomado una drástica decisión: si Meghan no es bienvenida, él tampoco asistirá a las vacaciones familiares, ya que no quiere que su esposa sea víctima de nuevos desplantes por parte de los miembros de la Casa Real británica.
Por ahora, el futuro de las vacaciones familiares y la relación entre Carlos III, Harry, Meghan y sus hijos, Archie y Lilibet, es incierto y lleno de interrogantes. Se desconoce si el nuevo monarca reconsiderará su postura y permitirá que Meghan Markle se una a las vacaciones, o si la tensión entre ellos se intensificará con la decisión de Harry de mantenerse junto a su esposa e hijos en Estados Unidos.