Desde que se hizo público el diagnóstico de cáncer del rey Carlos III a principios de 2024, su estado de salud ha sido motivo de gran preocupación en el Reino Unido. A sus 76 años, el monarca enfrenta una de las pruebas más difíciles de su vida. Los expertos no le dan mucho tiempo de vida. Varios medios británicos hablan de un año. Él mismo se lo habría comunicado a su entorno.

Pero Carlos III no quiere rendirse tan fácilmente. Ha modificado algunos aspectos de sus rutinas diarias. Entre otros, su alimentación. Al margen de ello, el monarca también ha recurrido a tratamientos alternativos, como el que siguió recientemente en un centro de salud especializado en medicina alternativa en la India.

Carlos III / GTRES
Carlos III / GTRES

El rey Carlos III se sometió a medicina alternativa en su lucha contra el cáncer

A finales de 2024, Carlos III viajó junto a su esposa, Camila Parker Bowles, a Bangalore, India, para alojarse en un exclusivo centro de salud de medicina alternativa que ya habían visitado en varias ocasiones en el pasado. El lugar elegido para su retiro fue Soukya, un prestigioso centro especializado en homeopatía y naturopatía. Este enclave, rodeado de naturaleza, es reconocido por su enfoque en la sanación a través de métodos naturales, incluyendo yoga, meditación y alimentación orgánica

Cabe decir que Carlos III es un ferviente defensor de la medicina alternativa y ha promovido este tipo de tratamientos a lo largo de su vida. Su relación con Soukya es cercana, en gran parte gracias a su amistad con el doctor Issac Mathai, director del centro y antiguo médico consultor del monarca. Este exclusivo centro, que cuenta con solo 25 habitaciones, fue reservado en su totalidad para la estancia del rey y su esposa.

Carles III i Camilla / GTRES
Carlos III y Camilla / GTRES

Centro de referencia para Camilla Parker Bowles

Durante su tiempo allí, el monarca siguió un estricto régimen basado en dieta vegetariana con alimentos cultivados en el propio centro. Según Mathai, en Soukya “toda la comida es fresca, orgánica y preparada al momento”, sin almacenamiento en refrigeradores, lo que garantiza una nutrición óptima para los huéspedes.

Camila, de 77 años, también es una asidua visitante del centro. Varios medios afirman que esta ha sido su novena o décima visita, ya que en el pasado ha pasado allí semanas enteras acompañada de amigos. Para ambos, este tipo de retiros no solo representan un descanso físico, sino también un refugio espiritual en el que pueden desconectar del ajetreo de la vida real y centrarse en su bienestar.