El primer año de reinado de Carlos III no ha pasado desapercibido, y menos después de que el reciente Sovereign Grant Report 2024 revelara una actividad sin precedentes en la Casa Windsor. Con más de 2.300 compromisos oficiales en su agenda, tanto dentro como fuera del Reino Unido, la Familia Real parece no descansar. Sin embargo, lo que más sorprende es que este ritmo frenético ocurre justo cuando el monarca ha sido diagnosticado con cáncer, un hecho que muchos esperaban que ralentizara su agenda.

Pese a las preocupaciones sobre su salud, Carlos III ha demostrado ser un rey incansable. Entre sus actividades más destacadas está su reciente gira por Australia junto a Camilla Parker Bowles, un viaje que fue considerado un desafío dadas las circunstancias médicas del monarca. Según cifras oficiales publicadas a mediados de este año, el rey en solitario ha presidido 464 actos, mientras que Camilla ha encabezado 201 eventos durante el mismo período, cifras que han ido en aumento hasta la fecha.

Las millonarias cuentas de la realeza: ¿gasto justificado o exceso?

El informe financiero detalla que la Familia Real recibió 86,3 millones de libras (102,7 millones de euros) durante el último año, una cantidad que aumentará a 132 millones de libras (157 millones de euros) en 2025. Este incremento se debe principalmente a la restauración del Palacio de Buckingham, un proyecto que costará una friolera de 369 millones de libras (439 millones de euros) y cuya finalización está prevista en una década.

No obstante, los gastos no se limitan al mantenimiento. La coronación de Carlos III, por ejemplo, tuvo un coste de 714.000 euros, mientras que el príncipe de Gales, heredero del ducado de Cornualles, generó 23,6 millones de libras (28 millones de euros) en ingresos para la Casa Real. Por otro lado, propiedades como Frogmore Cottage, famosa por haber sido renovada por los Sussex con un coste de 2,4 millones de libras (2,8 millones de euros), permanecen vacías tras el desalojo de Harry y Meghan.

La salud del rey: una preocupación latente

A pesar de que Buckingham Palace mantiene un hermetismo casi absoluto sobre el estado de salud de Carlos III, su diagnóstico de cáncer ha generado preocupación tanto dentro como fuera del Reino Unido. Su capacidad para cumplir con una agenda tan apretada mientras enfrenta un tratamiento médico ha sido motivo de admiración, pero también de cuestionamiento. ¿Está el rey anteponiendo sus deberes reales a su bienestar personal? Los compromisos oficiales de la familia Windsor han evidenciado su importancia en la vida pública británica, pero también han abierto un debate sobre los límites de sus responsabilidades. Mientras Camilla ha asumido una agenda más ligera, el rey Carlos III continúa liderando actos oficiales con una energía que parece desafiar su enfermedad.

Con un aumento previsto en el presupuesto de la Casa Real y proyectos faraónicos como la restauración de Buckingham en marcha, los próximos años prometen ser igual de intensos. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es si Carlos III podrá mantener este ritmo. El rey ha demostrado una dedicación incuestionable a su papel, pero su salud sigue siendo una incógnita que preocupa tanto a los británicos como a los expertos en monarquía.