El rey Carlos III de Inglaterra es un gran aficionado a los coches, y quién diga lo contrario, no conoce este lado del monarca. El inglés tiene un gusto hacia los coches, e incluso tiene una formidable colección, aunque no es tan grande como se podría pensar. Sin embargo, tiene un coche en especial que es prácticamente igual al que manejaba James Bond en las películas de Sean Connery, y este coche es su favorito. 

Este coche es, nada más y nada menos, que el Aston Martin DB6 MK2 Volante, un modelo casi único, pues le fue regalado por su madre en 1969 cuando el rey Carlos III apenas estaba cumpliendo 21 años. Fue un regalo muy especial para el príncipe de Gales, y se nota, ya que ha conservado este coche durante toda su vida. De hecho, es difícil encontrar una foto de Carlos III sin este coche, ya que ha sido el que más ha utilizado con diferencia a lo largo de su vida. Es un coche que tiene un gran significado para el príncipe, y por eso mismo no lo quiso dejar en el pasado. 

Coche de Carlos III
Coche de Carlos III

Este Aston Martin DB6 MK2 Volante funcionaba en un principio con combustible normal, gasolina, la que utiliza cualquier auto, pero lo cierto es que cuando pasaron los años el príncipe de Gales adquirió una mayor conciencia ecológica, y sabía que usar gasolina no era la mejor opción si quería contribuir al cuidado del medio ambiente. Fue por esto que decidió hacer una “renovación” a su vehículo favorito, aunque no lo pudo hacer él solo y tampoco lo podía llevar a cualquier taller mecánico, así que el actual rey tuvo que contar con la ayuda directa de Aston Martin. 

Carlos III quería pasar de la gasolina al bioetanol

El hijo de Isabel II quería dejar de lado la gasolina con su coche favorito, el que más utilizaba, y el cual tiene el honor de ser el primero de la marca en ser diseñado en su totalidad en Reino Unido. Es un coche muy importante, y por ello Carlos III quiso darle la importancia que se merecía. No dudó en lo más mínimo en ordenar que su coche fuera convertido en uno ecológico, tarea para nada sencilla debido a que había que adaptar todo el motor y todo lo que eso implica, pero los profesionales se pusieron manos a la obra. 

¿El resultado? Un coche nuevo que funcionaba mediante quesos y vinos. Si suena surrealista, es porque lo es. El bioetanol se puede obtener de distintos productos parecidos, pero por lo general no se suele utilizar vinos y quesos por el coste, pero esto para Carlos III era lo de menos. Ahora, su Aston Martin DB6 MK2 Volante funciona con un combustible compuesto por vino blanco inglés y suero de leche, además de que tiene un ligero porcentaje de gasolina sin plomo. Sin embargo, aunque pueda sonar surrealista, funciona.