La MET Gala 2023 es la gran cita del famoseo y la moda a nivel mundial. Por su alfombra roja pasan los escogidos entre los escogidos, o mejor dicho: escogidos y dispuestos a pagar las decenas de miles de dólares de la entrada. Cantantes, diseñadores, actores y actrices, influencers, celebrities diversas... un festival. En ocasiones también un auténtico carnaval, los looks acostumbran a ser estrafalarios, relacionados con la alta costura. La temática de este año es el reflejo más fiel: era la noche de Karl Lagerfeld, figura mítica de Chanel o Fendi, fallecido hace 4 años. Sus modelos y diseños, tan exclusivos como exagerados y extravagantes, forman parte de la historia de la moda con mayúsculas. El dress code de la gala reclamaba hacerle un homenaje, y vaya que si lo consiguieron.
Ahora bien, como en todas las citas de este estilo siempre se señala a un o una triunfadora en cuestiones de estilo y de buen gusto. Y no, ni la Rihanna pisando gas a fondo, ni Kim Kardashian desafiante ni Jared Leto disfrazando de la gata Chopuette pudieron disputarle el trono a la gran estrella de la lista de invitados. Bien, en realidad era una invitada reserva, pero con lazos muy sólidos y próximos al diseñador alemán. Hablamos de Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco. La madre era íntima del creador, pero sin embargo anunció su ausencia en la cita. Envió como representante a su hija, a la que Karl considerava su sobrina. Siempre elegante y sofisticada, no decepcionó ni un ápica: hablamos de toda una embajadora de Chanel.
Carlota Casiraghi, la royal europea que arrasa en Nueva York
Una royal europea pasó la mano por la cara a la constelación de estrellas norteamericanas, y lo hacía por goleada y dejando la impresión de hacerlo "sin bajar del autobús", sin despeinarse. Escogía un diseño de la maison de encaje negro, escote Bardot y lazos zapateros que pertenecía a la colección de alta costura de los años 90. Añadió su sello personal con una especie de leggins tapando las transparencias y unas sandalias de tacón muy bien escogidas. Se la veía espléndida y cómoda al mismo tiempo, Karl hubiera estado muy orgulloso. Hay una imagen absolutamente demoledora y que resume perfectamente la "paliza" estilística que Casiraghi propinaba al resto de invitados e invitadas: esta con Kristen Stewart, Sofia Coppola y Marion Cotillard, también embajadoras de Chanel. Nada que ver, sin querer desmerecer a nadie.
Carolina de Mónaco "falla" a su amigo Karl Lagerfeld, pero su hija deslumbra y hace olvidarla
La presencia de Carolina de Mónaco en el gran homenaje a su amigo y diseñador favorito había provocado mucha expectación; su ausencia final, algunas preguntas. La herencia de Lagarfeld se ha puesto sobre la mesa: todavía no se ha repartido una fortuna que oscilaría entre los 500 y los 800 millones de euros. Los destinatarios son, entre otros, la pareja sentimental de Lagerfeld, un chófer y guardaespaldas, la gata antes mencionada e incluso la princesa de Mónaco. Han pasado 4 años pero el acuerdo no llega, extraño. Ahora bien, con la decisión de ceder al testigo a Carlota, la hermana de Alberto II se aseguraba un éxito estilístico, un guiño a Karl y una obviedad: al día siguiente de la fiesta nadie hablaría de ella. Ni en el buen ni en el mal sentido, y eso ya es mucho en la casa Grimaldi. Carlota hace olvidar a todo el mundo.
Casiraghi es un win-win. Mónaco no tiene reina oficial, pero...