Katye Middleton, 42 años, príncipe consorte de Gales, ha sustituido a Letizia como la plebeya más buscada de las monarquías europeas. A años luz de la impecable Máxima de Holanda, sin llegar a la suela del zapato de la última princesa de Gales, Lady Diana Spencer, Caterina está haciendo el ridículo de la manera más absurda por una cirugía mal ejecutada. Las imágenes de la futura reina extremadamente delgada, con la cara muy cadavérica, denotan como dice Pilar Eyre que se ha hecho una operación pero no abdominal sino de cirugía estética, para afinarse la mandíbula. Nadie es tan frívolo para tener un problema grave de salud y dedicarse a hacer photoshop en las fotos de Instagram con tus tres hijos, George, Charlotte y Louis. Buckingham Palace reconoce que la del vídeo paseando por Windsor es Kate, que se ha destrozado la cara con un bisturí. Así era y así es:
Kate tiene un problema de salud mental que consiste en verse mal en el espejo a pesar de ser extremadamente fotogénica. Tiene tanto miedo a desagradar a los británicos que aprovechó para hacerse unos retoques faciales y le ha salido mal. Si en eso le añadimos que William tiene una amante, casada con un aristócrata homosexual, el combinado es explosivo. Falta la guinda del pastel: quien tiene que resolverlo es Carlos, el rey que aparte de ser uno pusilánime, tiene cáncer. Windsor es una casa de citas sin jefa. Cuando en una Casa Real lo que reina es el caos, pasa como Zarzuela: el foco gira a la siguiente generación. Aquí miran a Leonor y allí miran a los tres hijos de William y Kate. Por suerte todo pasa cuando la sucesión de Guillermo está asegurada en los tres niños y no hay que recurrir al díscolo Harry, exiliado en California. Y quién hará de Kate, la guapa de las fotos. Su hija Charlote tiene todos los números y la biblia europea del corazón, Point de Vue, la muestra con 22 años según un programa de inteligencia artificial. Así será la sucesora de Kate si Kate desaparece o queda con la cara desfigurada:
La princesa Carlota es extremadamente fotogénica y recuerda un homónimo suyo, Carlota de Mónaco. Si Kate decide divorciarse para|por el amante, aislarse por deforme o dejar su lugar su hija ocupará el corazón de los británicos y las portadas de toda la prensa europea. Ha nacido una estrella, a reina muerta, nueva reina. Viva Charlote. Los hijos tienen 10, 8 y 5 años. Si George, el heredero, termina, reinará Carlota la segunda en la línea sucesoria.
La presión del primogénito
Con solo 10 años, George, el primogénito de Guillem y Kate, ya lleva|trae sobre sus hombros la responsabilidad de ser el futuro rey. La presión y las expectativas son inmensas, y la Familia Real está preocupada por su bienestar emocional. Para asegurar que George no se sienta desconcertado, Guillem y Kate se esfuerzan por demostrar que él puede contar con el apoyo de sus hermanos, la princesa Charlotte y el príncipe Louis, que podrán ayudarlo a "aliviar parte de la presión y compartir parte de su carga". Sin embargo, los príncipes de Gales también se esfuerzan en asegurarse que Charlotte y Louis "no se sientan marginados o invisibles en la sombra" de su hermano mayor|grande, tal como sucedió con Harry. No obstante la Familia Real "son más conscientes de eso" en estos momentos, por|para lo que harán todo el posible para evitar que uno de los hijos de Guillem y Kate Middleton sea el nuevo Harry