El Festival de Cannes es uno de los más prestigiosos dentro del mundo del cine. Allí se cierran negocios y se compran y venden películas, pero además, se ven a VIPs desfilar. Eso es lo que nos interesa a nosotros, y más si son royals. Y ayer vimos a tres de ellos, todos de la Casa Grimaldi y todos despampanantes. Las mejores de sus galas escogieron Dimitri Rassam, Carlota de Mónaco y Beatrice Borromeo. Las analizamos, guapísimos.
Empezamos observando el de la despampanante Carlota. Charlotte Casiraghi fue, una vez más, fiel a Chanel, la marca que la ha vestido toda la vida en los grandes eventos: de azul noche y con varias inserciones florales -todas ellas camelias- de colores vibrantes, este atuendo se parecía mucho al que llevó en la gala del Met hace apenas tres semanas. Fijaros qué guapa:
Quien tampoco ha fallado a su cita con la moda de primera línea ha sido Beatrice Borromeo. Ella es la mujer de Pierre Casiraghi, hermano de Carlota y sobrino de Alberto II de Mónaco, el príncipe del microestado. Como buena aristócrata, lució cool: vestido largo de guipur gris y negro con incrustaciones florales de la firma Maria Grazia Chiuri. Toma ya:
Y, por último, Dimitri Rassam. El marido de Carlota no faltó a uno de sus eventos del año. Rassam pertenece a la Casa Principesca de Mónaco, pero no es propenso a mostrar su vida privada. De hecho, de él se sabe más bien poco y las veces que se le pregunta por Carlota de Mónaco y los hijos que tienen en común hace un 'Pasapalabra' de manual. Ayer quiso acompañar en Cannes a su esposa y a su concuñada con una clásica americana negra con pajarita. Muy top:
Charlène: cambio drástico de look
La princesa consorte del Principado de Mónaco lo ha vuelto a hacer. A la mujer de Alberto II se la ha visto con diferentes tipos de looks a lo largo de su trayectoria real, pero el de ahora no se lo habíamos observado aún. Últimamente, la princesa Charlène había optado por el rubio e incluso el rubio platino y el otro día apareció en una entrega de premios junto al príncipe Alberto y dejó boquiabiertos a los periodistas. Se cambió el rubio por el moreno, ahora ya sin mechas: un pelo castaño liso y corto que le sentaba fenomenal. Tal y como relata 'Vanity Fair', especialistas en moda y complementos, la cuñada de Carolina de Mónaco lució "un mono azul marino con pierna muy ancha y cuerpo de corte asimétrico que añade volumen con un adorno ondulado que comienza en el escote y termina en el hombro". Otro nivel, otra liga: preciosa.