El desfile militar del pasado 12 de octubre, día festivo, pero donde, todo un contrasentido, el rey Felipe trabajó, volvió a traer las típicas imágenes con cabras, con paracaidistas que esta vez no se despeñaron, con el rey y sus amigos del ejército sacando el polvo a sus medallas y con sorpresas inesperadas, como cada año, como la bandera republicana que se vio en el cielo dónde volaban los aviones.
Una ausencia destacada, la de la princesa Leonor, que ha preferido quedarse en el internado de Gales. Pero los más patriotas del lugar estuvieron complacidos viendo a los otros miembros de la familia real presidiendo el desfile con las habituales caras de mostrar mucho interés, aunque posiblemente estarían pensando en El juego del calamar.
En las diferentes televisiones y cadenas estatales se han llenado la boca, sólo faltaría, de españolidad y Borbonidad a tutiplén, analizando las imágenes del derecho y del revés. ¿Y a quién han llevado a Espejo público a decir la suya? A la inclasificable Carmen Lomana, que no se mordió la lengua a la hora de analizar, más bien, destripar el look que utilizó la infanta Sofía en el acto por el Día de la Hispanidad.
Lomana no se ha cortado un pelo a la hora de comentar los estilismos de la reina y su hija. De hecho, le ha hecho un traje a medida a la infanta Sofía. Pero no se ha quedado satisfecha y también ha comentado su físico, cosa que ha generado la incomodidad de Susanna Griso, que no daba crédito a lo que iba diciendo la colaboradora, tal como ha destacado el diario Huffington Post.
Sólo empezar ha dejado por el suelo la melena de Sofía: "Ese pelo, que tiene una melena muy bonita, para un día tan importante y representativo yo no le hubiera dejado esa melena a lo Pantoja, se lo hubiera recogido un poquito”. Queda claro, pues, que no le gustan "esos melenones que van como con la cortina caída por los lados. Para el día a día bien, pero para ese día se lo habría recogido un poquito”.
Pasamos a los vestidos, donde constatamos que Letizia aparcó sus habituales Felipe Varela y optó en esta ocasión por María Barragán, una firma española que elabora sus prendas de ropa en talleres de Almería y Madrid, especializada en vestidos de novia y ropa de alta costura.
Su hija optó por un vestido de tonos crudos, caída fluida, de la marca francesa Claudie Pierlot, con tienda en Valencia, un minivestido de manga larga, liso, con detalles en la falda con volante y costuras y bordados negros, de 285 euros.
Unas características que no han provocado el efecto deseado, como mínimo, en Carmen Lomana, que lo encontró de lo más "normal"... a pesar de que "al ser tan alta, el vestido es demasiado corto". Un vestido que provocó, según ella, que "No hubiera enseñado tanto muslo. Tiene unas piernas que no ha salido a su madre, ha salido a la otra parte, las tiene un poco gordas”.
Griso alucina y no da crédito a lo que oye: "Pobrecita, ¿cómo puedes decir esto"?. Y Lomana trata de justificar su crítica y de quitarle hierro: "No pasa nada, es una monada, además estoy encantada... pero entonces no me preguntéis".
El #Zasca de #CarmenLomana al estilismo de la Infanta "No tenía que haber enseñado tanto muslo que tiene las piernas gordas" pic.twitter.com/tlVqrCv5lh
— TVMASPI (@sebas_maspons) October 14, 2021