La prolongada ausencia de Charlene de Mónaco ha generado ciertos cambios dentro de la casa Grimaldi. Sobre todo, en lo que se refiere a la vida pública. Sus hijos, Jacques y Gabriella, han ganado protagonismo; mientras que sus cuñadas, Carolina y Estefanía han recuperado parte de su vida institucional. Esa que se vio mermada a partir de 2011, cuando su hermano Alberto contrajo matrimonio con la exnadadora.
Ahora el principado de Mónaco se ha visto envuelto en casos de corrupción donde Charlene se encuentra execrada de la toma de decisiones por sus ausencias. Desde hace tiempo, Carolina y Estefanía de Mónaco se han posicionado como las 'sustitutas' de la princesa. Con todas estas apariciones, Carolina y Estefanía no solo han confirmado su importancia dentro del Principado. También se han mostrado como el gran apoyo de Alberto de Mónaco, mientras se enfrenta a los rumores de separación con Charlene, con quien las princesas guardan una historia de 'rivalidad'.
Cuando el principal heredero de los Grimaldi decidió pedir la mano de su actual mujer, Carolina y Estefanía dudaron de las aptitudes de Charlene. Las hijas de Grace Kelly, acostumbradas a lidiar con los medios de comunicación y los escándalos que protagonizó su hermano, no confiaban en que la exnadadora sudafricana pudiese soportar su rol de princesa y todo lo que implica. Aunque ya han pasado años desde que se convirtió en la mujer de Alberto, las inquietudes de las hermanas no han mermado. Sobre todo, las de Carolina de Mónaco. Durante años, se ha explicado que el principal problema de la mayor de los Grimaldi con su cuñada es su incapacidad de cumplir con los actos sociales de la Casa Real. La madre de Carlota Casiraghi nunca ha visto con buenos ojos a Charlene.
Pero ahora la historia vuelve a poner a Charlene fuera de la toma de decisiones debido a un escándalo de corrupción. El Principado está atravesando una etapa muy difícil desde que en 2021 fueran acusados de corrupción. Ahora, el príncipe Alberto ha comenzado la operación 'manos limpias' que ha llevado consigo el despido fulminante de varios colaboradores que llevaban a su lado muchos años. "Si la confianza se rompe y mis preguntas no pueden responderse con claridad, hay que tomar decisiones. Mi papel es proteger al Principado", declaraba el soberano en una reciente entrevista al diario francés 'Le Figaro'.
Para llevar a cabo esta remodelación, ha contado con el apoyo incondicional de sus hermanas. Tal y como él mismo ha confirmado a la mencionada publicación, Carolina y Estefanía de Mónaco están al tanto de todo porque de la misma forma que él "también están afectadas". "Todo lo consultó con ellas, especialmente cuando se trata de bienes familiares", aclaraba. Declaraciones en las que deja fuera de juego a su mujer, Charlene de Mónaco.
Carolina y Estefanía de Mónaco nunca han querido a Charlene
La tensa relación entre Charlene y Carolina de Mónaco no es ninguna novedad. Los rumores de desavenencias entre las hermanas y la esposa del príncipe Alberto de Mónaco han estado en boca de todos durante mucho tiempo. Durante años, se ha hablado de sus desencuentros y desaires públicos, así que verlas juntas en un acto oficial es casi un milagro, especialmente considerando que Charlene suele ser noticia por ausentarse de los eventos importantes del Principado
Siguen los rumores de ruptura entre Alberto y Charlene
Como ya es la costumbre, cada vez que su alteza Charlene, princesa consorte de Mónaco, no aparece en algún evento protocolario del principado, los rumores de una crisis matrimonial con el príncipe soberano, Alberto II, se reavivan, y se asegura un divorcio inminente. Y esto ha pasado últimamente, ya que la sudafricana se encuentra alejada del príncipe.