Carolina de Mónaco siempre ha sido una figura destacada en el mundo de la realeza y la moda. Su elegancia natural y su estilo atemporal la han convertido en una referente de la moda y la sofisticación. Por este motivo, su relación con el famoso diseñador Karl Lagerfeld fue especialmente significativa, ya que él la consideraba una de sus musas y la embajadora perfecta de la marca Chanel. Además, como miembro de la famosa familia Grimaldi, ha preservado el legado de su madre, la princesa Grace Kelly, y ha sabido mantenerse en la cima de la alta sociedad con su presencia y carisma. A pesar de su cercanía con el mundo de la moda, Carolina de Mónaco siempre ha sido conocida por su firme negativa a someterse a retoques estéticos invasivos. A diferencia de otras figuras públicas, ha optado por envejecer de manera natural, luciendo con orgullo sus arrugas y líneas de expresión. Esta postura ha sido aplaudida por muchos, convirtiéndola en un ejemplo de belleza auténtica y sin artificios.
El cambio estilístico de Carolina de Mónaco que dejó a todos sin palabras
Sin embargo, durante su aparición en 'El Baile de la Rosa', uno de los eventos sociales más importantes del Principado de Mónaco, la princesa apareció con una melena libre de canas, mostrando un nuevo tono chocolate que realzaba su belleza natural. Este cambio en su imagen no pasó desapercibido y dejó a todos con la boca abierta, dado que parecía haberse quitado unos 20 años de encima con su nuevo look. La decisión de teñir su melena canosa ha sido un giro inesperado para muchos, ya que Carolina de Mónaco había aceptado su pelo gris como parte de su identidad. Sin embargo, este cambio le ha dado un toque fresco y vibrante a su apariencia, demostrando que está abierta a nuevas posibilidades y dispuesta a explorar diferentes estilos.
Carolina de Mónaco y su emotivo homenaje a Karl Lagerfeld
Luciendo un impresionante vestido negro de la colección Alta Costura 2019 de Chanel, Carolina rindió un emotivo homenaje a su querido amigo Karl Lagerfeld, quien fue una de las personas más influyentes en su vida y en su carrera como ícono de la moda, en esta edición de ‘El Baile de la Rosa’. El vestido, con su escote bardot y volantes laterales de color rosa, resaltaba su elegancia y sofisticación, y mostraba su confianza en su nueva imagen. Además del vestido, la princesa de Hannover también llevó un set de joyas con un significado especial. Se trató de un conjunto de perlas que su padre, el príncipe Rainiero, adquirió en la joyería Van Cleef & Arpels de Nueva York como regalo de bodas para Grace Kelly en 1956. Este inesperado cambio en su apariencia ha generado una ola de comentarios y halagos por parte del público y la prensa especializada. Los elogios no solo han venido de admiradores de la realeza, sino también de expertos en moda y belleza que han aplaudido su decisión de teñir su melena canosa, rejuveneciendo sin la necesidad de recurrir a tratamientos invasivos.