La fama de Ernesto de Hannover se ha forjado a nivel global debido a sus controversias, las disputas legales con su propio hijo y su matrimonio fallido con Carolina de Mónaco. Los problemas en la relación comenzaron a ser evidentes en 1998, un año antes de su matrimonio, cuando fue condenado por agredir a un fotógrafo en el Festival de Salzburgo. Ernesto mostraba un consumo excesivo de alcohol y se comportaba de manera violenta hacia los periodistas que lo seguían: realizaba actos inapropiados como orinar en público y amenazar a policías o empleados que trabajaban para él. A pesar de los intentos de Carolina por ayudarlo, sus esfuerzos resultaron infructuosos. Finalmente, en 2008 decidieron separarse, aunque aún siguen legalmente casados.
Aunque muchas personas señalan que estas actitudes fueron los desencadenantes del fracaso de este matrimonio, la realidad es que pocos conocen lo que realmente ocurría en la intimidad de la relación. Las significativas pérdidas personales sufridas por ambos protagonizaron un oscuro telón de fondo que eventualmente condujo al colapso de su relación.
En el caso de Carolina de Mónaco, fueron los accidentes que cobraron la vida primero de su madre y después de su esposo, Stéfano Casiraghi. Por otro lado, para Ernesto, la trágica y violenta muerte de su hermano menor, Ludwig Rudolph, dejó una marca indeleble en su vida y desencadenó una prolongada serie de disputas legales.
Según 'Mujer Hoy', el príncipe Ludwig Rudolph Georg Wilhelm Philipp Friedrich Wolrad Maximilian de Hannover era el protegido de Ernesto. El menor de los hermanos Hannover estudió derecho y se adentró en el mundo bancario, pero descubrió su verdadera pasión como productor musical en Los Ángeles. Lamentablemente, la industria musical le presentó más que solo oportunidades en su camino, también lo llevó al mundo de las drogas. En 1987, Ludwig encontró el amor en una joven condesa llamada Isabelle de Thurn y Valsassina-Como-Vercelli, con quien se casó y tuvo un hijo llamado Otto. Sin embargo, la felicidad no perduró por mucho tiempo.
El horror de una noche en Austria: sobredosis y muerte
El 28 de noviembre de 1988, en su villa austriaca, se encontró muerta a Isabelle, aparentemente debido a una sobredosis. Según el medio 'Der Spiegel', tanto Ludwig de Hannover como la princesa Isabelle eran consumidores habituales tanto de heroína como de cocaína. El forense a cargo de la autopsia, Johann Haberl, detalló en su informe que ambos presentaban “numerosos pinchazos en el hueco del brazo” y que la princesa había fallecido tras una sobredosis de cocaína que la llevó a desmayarse y, posteriormente, a ahogarse.
La desgarradora decisión del hermano de Ernesto de Hannover
Después de descubrir a su esposa muerta, Ludwig llamó a los servicios de emergencia para informar sobre su fallecimiento. Posteriormente, se comunicó con su hermano Ernesto para pedirle que cuidara a su bebé de nueve meses en ese momento. Después, se dirigió al pabellón de caza y se quitó la vida con un disparo. Ernesto de Hannover intentó cumplir la promesa que le había hecho a su hermano. Sin embargo, tras el fallecimiento de la pareja, los abuelos maternos del niño buscaron obtener su custodia a través de un juicio y lo consiguieron, lo que significó una doble pérdida para Ernesto. Este suceso contribuyó a profundizar su adicción a las drogas y al alcohol, lo que a su vez influyó en su divorcio con Carolina de Mónaco.