La familia real de Mónaco ha sido siempre un imán para la atención mediática, ya sea por su inigualable glamour, historias de amor dignas de cuentos de hadas o los inevitables escándalos que los han rodeado. Ahora, un nuevo cisma ha surgido entre las hermanas Carolina y Estefanía de Mónaco, hijas de la icónica Grace Kelly y el príncipe Rainiero. La relación entre ellas, marcada por tensiones desde hace décadas, parece haber llegado a un punto de no retorno. ¿Qué ha causado su distanciamiento? Tragedias personales, discrepancias irreconciliables y personalidades divergentes son algunas de las razones que explican la compleja relación entre estas dos princesas.

Para entender el origen de esta fractura, debemos remontarnos a la adolescencia de las hermanas. Desde jóvenes, Carolina y Estefanía vivieron bajo una dinámica de favoritismo que alimentó rivalidades. Según relatos de la época, Grace Kelly parecía tener una debilidad especial por Carolina, mientras que el príncipe Rainiero era indulgente con Estefanía, sin importar cuán rebeldes fueran sus actos, como sus conocidas escapadas del internado.

Estas disparidades en el trato parental sembraron las primeras semillas de discordia entre las hermanas. Carolina, aunque favorita de su madre, no disfrutaba de la misma libertad que Estefanía. Esta diferencia en el trato se transformó en constantes conflictos y resentimientos a medida que crecían. Carolina asumía sus deberes reales con seriedad, mientras que Estefanía prefería un estilo de vida más desenfadado y libre de protocolos. La prensa de la época exacerbaba estas tensiones, enfrentándolas no solo por su estilo y comportamiento en eventos oficiales, sino también en aspectos más personales de su vida.

La tragedia que las separó

El momento decisivo que cambió el curso de su relación fue el trágico accidente de 1982 que resultó en la muerte de Grace Kelly. La dolorosa pérdida de su madre afectó enormemente a ambas, pero los rumores que sugerían que Estefanía estaba al volante durante el accidente solo complicaron las cosas. La sociedad de Mónaco y, en especial, Carolina, quien era la preferida de Grace Kelly, se vieron profundamente afectados por estas especulaciones. En el doloroso período posterior a la muerte de Grace Kelly, Carolina tuvo que asumir el rol de pilar para su padre, mientras que Estefanía se hundía en la pena y el descontrol. Esta diferencia en la forma de enfrentar la tragedia acentuó aún más la distancia entre ellas. Carolina, la primogénita responsable, no pudo entender ni aceptar la actitud despreocupada de su hermana menor.

La gala de Fight AIDS Mónaco como escenario de tensiones familiares

Ahora bien, las diferencias entre las hermanas no se han suavizado con el tiempo. De hecho, un evento en 2015 puso de manifiesto lo lejos que estaban de reconciliarse. En la gala de Fight AIDS Mónaco, organizada con mucho esfuerzo por Estefanía, Carolina llegó vestida con un llamativo vestido de Lanvin que acaparó todas las miradas, eclipsando completamente el evento que su hermana menor había preparado con tanto esfuerzo.

Desde ese momento, han sido muy pocas las ocasiones en las que ambas princesas han sido vistas juntas, y mucho menos han hablado públicamente sobre su relación. Parece evidente que el vínculo entre Carolina y Estefanía está destinado a permanecer roto. Los desafíos personales, las tragedias familiares y las personalidades irreconciliables han creado un abismo que, a día de hoy, parece imposible de cerrar.