Tras muchos años ejerciendo las funciones de ‘primera dama honoraria’, Carolina de Mónaco ha sido finalmente desterrada por su archienemiga, quien se ha convertido en la nueva diva del Principado de Mónaco, la princesa Charlene. Y es que para nadie es un secreto que la hermana mayor de Alberto de Mónaco ha prácticamente desaparecido del ojo público en los últimos meses, pero todo ha sido gracias a Charlene, quien le ha impuesto a su cuñada una agenda casi inexistente.
Algunos medios como la revista italiana ‘Oggi’ se han referido a esta desaparición mediática como la ‘jubilación dorada’ de Carolina de Mónaco, pero para muchas personas esta supuesta idílica jubilación no es más que un destierro forzado por parte de Charlene, quien ha decidido tomar su lugar en el Principado y condenar al ostracismo a Carolina al no invitarla a ningún evento o gala oficial. De hecho, la ex atleta olímpica ha decidido convertirse en el centro de atención al reforzar la agenda de la fundación benéfica que lleva su nombre, ‘Princesse Charlène de Monaco’.
Además, contra todo pronóstico, el príncipe Alberto no es el único Grimaldi que apoya a Charlene en esta nueva etapa como princesa. Ahora, la princesa Estefanía de Mónaco también se ha puesto de su lado, convirtiéndose en la segunda mujer más poderosa de Mónaco. Debido a esta serie de desplantes, la aún esposa de Ernesto de Hannover ha renunciado a casi todo aquello que la vincula con el Principado, por lo que decidió ausentarse del último baile de la Cruz Roja, una de las organizaciones a las que ha apoyado desde hace varias décadas, ya que el príncipe Alberto proclamó a Charlene como vicepresidenta de la Cruz Roja mientras se encontraba aún en Sudáfrica recuperándose de una infección otorrinolaringológica. Asimismo, Charlene se convirtió en la protagonista del último evento organizado por la Fundación Princesa Grace, realizado en la ciudad de Nueva York. Fue tanto el impacto que causó Charlene al haber asistido a la gala usando un collar con un impresionante diamante amarillo que ha sido bautizado como ‘Diamante Grace’, en honor a su suegra, que nadie echó de menos a la mayor de los Grimaldi.
Estefanía de Mónaco, la nueva aliada de la princesa Charlene
Para nadie es un secreto que existe una gran rivalidad entre Charlene y Carolina, dado que la hermana mayor de Alberto no aceptaba que una plebeya se convirtiera en la representante oficial de la familia Grimaldi. Sin embargo, para no alimentar más esos rumores, Alberto de Mónaco tomó la decisión de escoger a su hermana Estefanía para que acompañe a Charlene en los eventos más importantes, dado que la relación entre ellas es mucho más cordial.
Sin embargo, a los medios monegascos les ha llamado especialmente la atención la decisión de Alberto de elegir a Estefanía y no a Carolina, dado que la primogénita de Grace Kelly y Rainiero tiene mucha más experiencia en la organización de eventos y ha representado al Principado en las últimas cuatro décadas. No obstante, todo parece indicar que ha llegado la hora de que Charlene y Estefanía tomen su lugar y la eclipsen por completo.