Los que siguen la saga de la realeza monegasca lo saben bien: ver a la mujer y la hermana del príncipe Alberto de Mónaco en un mismo evento es una rareza. Las dos siempre han organizado sus compromisos públicos para mantenerse alejadas la una de la otra. Pero en este último tiempo, Carolina de Mónaco le ha pedido al soberano que termine de una vez por toda a Charlene, ya que ella no le da buena imagen a la monarquía.
Cuando Carolina de Mónaco adoptó el papel de sustituta cuando Charlene se alejó de la monarquía por sus problemas de salud. Asumió gran parte de las tareas de representación en el Principado de Mónaco, junto a su hermana, Estefanía y sus hijos y sobrinos. Una función que no le era extraña, dado que tanto en vida de su padre como hasta la llegada de la exnadadora, era ella la que suplía con maestría esta tarea. Sin embargo, su esperado regreso puede que las haya alejado de la línea amable que hasta ahora seguían. Especialmente, por las fuentes que apuntan a que Carolina no ve a la princesa sudafricana digna sucesora de la corona monegasca.
Su cuñada Carolina le ha reemplazado en los últimos actos oficiales de los Grimaldi. Además, el príncipe Alberto viajó sin su esposa a Wimbledon esta semana, pero acompañado de Melanie-Antoinette de Massy, haciendo saltar otra vez todas las alarmas. Aunque sigue siendo la tercera en la línea de sucesión, la importancia y visibilidad de Carolina ha ido en detrimento, mientras que la de su cuñada copaba todos los titulares. La situación no cambió ni siquiera cuando ella estaba enferma. Era Carolina quien daba la cara y aparecía en los actos públicos, y eso ya le molesta a la hermana de Alberto, quien le dice que termine su farsa de matrimonio, el cual ya se ha visto en polémicas desde su inicio.
Charlene reapareció en un evento público, pero no se le vio muy feliz
Después de unos días en el punto de mira, Charlene reaparecía públicamente en palacio junto al príncipe Alberto el 10 de julio por un buen motivo. Los príncipes recibían a los miembros del Club de Ski de Courchevel para entregar una donación de 134.750 euros a la Fundación Princesa Charlene de Mónaco. La cuenta oficial de esta asociación compartía la fotografía del momento exacto en el que los miembros de la organización entregaban el cheque al matrimonio, acompañados por Gareth Wittstock, el inseparable hermano de la princesa.
Carolina nunca ha querido a Charlene porque quedó en segundo plano
Todos apuntan a que Carolina habría vivido muy mal la llegada de Charlene de Mónaco al principado. No solo por quedar relegada a un segundo plano, sino porque, antes de la llegada de Jacques y Gabriella, el trono recaería en ella en caso de fallecimiento de su hermano. Sin dar un nombre, la excampeona olímpica le había confiado a un amigo que “Mónaco es un pueblo poblado de tiburones y víboras”. Es difícil saber si, a día de hoy, las tensiones entre los cabezas de cartel monegascos han disminuido o no.