La Familia Real de Mónaco es una de las más exclusivas de Europa y, al mismo tiempo, una de las que más dinero recibe para su mantenimiento. A diferencia de otras monarquías donde las finanzas son más transparentes, el Principado de Mónaco maneja sus recursos con un alto grado de secretismo. Sin embargo, recientes filtraciones han revelado detalles sobre cómo se administra (y reparte) la fortuna.
El principado de Mónaco destina decenas de millones de euros al año para sostener a su familia real. En 2020, el presupuesto destinado a la Casa Grimaldi fue de 48 millones de euros, una cifra que cubre desde los sueldos de los miembros de la familia hasta el mantenimiento del Palacio de los Grimaldi y el pago de su extenso personal.
Asignación millonaria para Carolina de Mónaco
Al margen de lo que se reparten Alberto y Charlene, según documentos revelados por Claude Palmero, exasesor financiero de la familia principesca, Carolina de Mónaco recibe 900.000 euros anuales como parte de su asignación oficial. A pesar de no tener un papel definido dentro de la monarquía, la hermana mayor de Alberto II sigue siendo una de las figuras más influyentes de la Casa Grimaldi y, por lo visto, también una de las mejor recompensadas. Estefanía, aunque algo menos, también tiene una importante remuneración: las informaciones apuntan a 800.000 euros
Esta cantidad no solo les permite mantener su estilo de vida de lujo, sino que también les da acceso a joyas de la corona monegasca, las cuales usan de manera privada. Aunque técnicamente pertenecen al principado, Carolina y Estefanía han hecho uso personal de estas piezas.
A pesar de que Carolina no ocupa un papel central en la monarquía, su presencia sigue siendo fundamental dentro del protocolo oficial. Su elegancia, popularidad y experiencia la han convertido en un activo valioso para la imagen del principado, lo que justifica en parte la asignación que recibe de su hermano.
Un estilo de vida sin preocupaciones
Además del sueldo que le otorga el príncipe Alberto, Carolina de Mónaco cuenta con una considerable fortuna personal, derivada tanto de su familia como de sus matrimonios. Su hija, Carlota Casiraghi, también ha seguido sus pasos y ha logrado construir su propio imperio financiero gracias a colaboraciones con marcas de lujo como Gucci y Chanel.
Por otro lado, mientras Carolina disfruta de su holgada posición económica, su hermano Alberto II ha tenido que ajustar su presupuesto en los últimos años. Antes de la pandemia, el soberano recibía 15 millones de euros al año solo para gastos personales, pero debido a la crisis redujo esta cantidad a 8 millones. A pesar de estos recortes, el monarca sigue administrando una fortuna estimada en 1.000 millones de dólares.