Letizia ha experimentado un cambio notable. La soberana se encuentra en una posición desfavorecida, cediendo el control total de la corona española a Felipe. Desde el entorno de la Casa Real se ha gestado una campaña de desacreditación contra la reina, posiblemente instigada por Juan Carlos I, su principal antagonista. Independientemente de la fuente, la madre de Leonor y Sofía estaba al tanto de lo que se avecinaba. Consciente de la inminente revelación pública sobre una supuesta infidelidad de la reina hacia el rey con Jaime del Burgo, incluso se comunicó personalmente con el abogado para solicitarle que mantuviera silencio, o al menos que no lo hiciera el día del cumpleaños de Leonor.

La Casa Real se encontraba agotada de Letizia. Esta imponía todas las directrices, figuraba como la figura central en todas las apariciones institucionales, cuando en realidad en muchos casos debería ser el rey de España quien ocupara ese papel. Durante la última década, los medios nacionales e internacionales se han enfocado exclusivamente en ella, relegando al monarca a un segundo plano borroso. Esta situación no podía perpetuarse, y la única manera de lograr que desapareciera, al menos en cierta medida, de la primera plana, fue orquestar su descrédito público.

Felipe y Letizia reciben a Guillermo y Máxima

En los últimos meses, Felipe ha emergido como la figura principal, e incluso Leonor ha tomado relevancia. Cuando padre e hija hacen su aparición, la madre pierde todo protagonismo. Comienza a ceder su lugar a la futura reina de España, la única que recibe la aprobación del pueblo. Quizás esto se deba a que han logrado desvincularla por completo de los Borbón, un mérito que indiscutiblemente corresponde a Letizia.

La relación entre Felipe y Letizia se encuentra completamente rota, y esta situación lo evidencia aún más. La reina ha sido completamente marginada de la Casa Real. De hecho, desde su regreso de Semana Santa, aún no ha realizado ninguna actividad oficial. Es el rey quien ha asumido el liderazgo de la institución. Su único compromiso próximo es el 11 de abril, donde asistirá acompañado por su esposo a la entrega de los premios de innovación y diseño 2023 en el edificio Miller, en Las Palmas de Gran Canaria. Después de eso, permanecerá ausente durante toda la semana, cuando antes solía tener un compromiso institucional diario.

La Casa Real prefiere que Letizia se mantenga al margen y en una especie de congelamiento durante algunos meses, relegada a un segundo plano para evitar que se hable de ella y silenciar los rumores. La presunta infidelidad con Jaime del Burgo también ha causado un gran daño a la corona y, en particular, a Felipe.

Letizia se queda sin actos institucionales 

Se cree que esta clara campaña de desprestigio que se inició contra ella a finales del año pasado esta orquestada por una tercera persona y vendría con órdenes de Casa Real. Aunque no hay nada confirmado todas las pesquisas apuntan a la venganza de Juan Carlos. Casa Real pidió a Letizia que se mantuviese en un segundo plano y que no eclipsase a Felipe, pero como no acataba las órdenes se tomó la otra vía. Hacerle ver que su papel es el de reina consorte.

Felipe y Letizia efe

Desde entonces no tiene ni un solo acto en solitario, solo aparece con Felipe y ella no dice ni una sola palabra. El rey lleva la voz cantante. Esta próxima semana vuelve a repetirse la misma estrategia.

Si nos vamos a la agenda real, Felipe visita hoy el Centro de Excelencia Contra Artefactos Explosivos Improvisados en el Hoyo del Manzanares. Mañana participará él solo en el Acto institucional conmemorativo del 50º aniversario de CUNEF, y también presidirá unas horas más tarde el Premio Nacional Pyme del Año. Solo el sábado cuatro de mayo, ambos viajarán a Zaragoza para reencontrarse con Leonor. La promoción de la princesa jurará la bandera.