Es, sin duda, la bomba del año. Las presuntas infidelidades de la reina Letizia al rey Felipe están en boca de muchos, que intentan cuadrar fechas y hechos para descubrir toda la verdad, a medida que van trascendiendo detalles de hechos ocurridos en los últimos años.

El asunto se destapó a partir del último libro de Jaime Peñafiel, titulado ‘Letizia y yo’. El periodista especializado en la monarquía, que se conoce que no le tiene mucho cariño a la consorte, plasmó en el proyecto las confesiones que le habría hecho Jaime del Burgo, que le habría confesado todo.

Jaime Del Burgo se moja

Del Burgo, por su parte, reforzó las informaciones con un mensaje publicado en X que venía acompañado de un selfie de Letizia. "Amor. Llevo tu pashmina. Es como sentirte a mi lado. Me cuida. Me protege. Cuento las horas para volver a vernos. Amarte. Salir de aquí. Tuya"., rezaba el texto.

Mensaje de Jaime del Burgo en X
Mensaje de Jaime del Burgo en X

Según las revelaciones, Letizia tuvo un romance con Jaime Del Burgo dividido en dos periodos. Por un lado, el que duró entre 2002 y 2004. Esta historia terminó poco antes de casarse con Felipe. Por otro, la que tuvo lugar entre 2010 y 2011. En aquella ocasión incluso hicieron planes para instalarse en Nueva York. Pero Letizia hubiera perdido la custodia de sus hijas, Leonor y Sofía, y se echó atrás. Esta segunda etapa terminó poco antes de que Del Burgo se casara con Telma. De hecho, cuentan algunas fuentes que se casó con ella para estar cerca de Letizia.

Acuerdos para no levantar sospechas

Sea como sea, como decíamos, han ido trascendiendo algunos detalles de aquellas relaciones. Por ejemplo, que se veían a menudo en el hotel Rey Juan Carlos I situado en Barcelona. Allí alquilarían una suite para dar rienda suelta a su imaginación y sus deseos. La habitación nunca habría ido a nombre de Letizia ni habría pagado ella para que no hubieran sospechas.

Pero claro, era inevitable que quedaran testigos. Había personal que estaba al tanto de las entradas y salidas de ambos. Y se tuvo que llegar a un acuerdo con ellos para que nunca hablaran del tema, ni siquiera cuando dejaran de trabajar en el hotel.