Letizia consiguió librarse de todos los Borbón en su momento más débil. La reina juró que se vengaría de la familia de Felipe VI porque le hicieron el vacío y nunca la aceptaron como princesa, la trataban como alguien inferior por el simple hecho de ser una plebeya, pero poco a poco demostró que reina se hace, no se nace. La única que le dio la mano cuando el monarca la presentó fue la infanta Cristina, y aún así tampoco la ayudó, por ello se distanciaron. La madre de Leonor y Sofía se aprovechó de las polémicas de Juan Carlos I y el caso Nóos que implicó a Iñaki Urdangarin.
No solo obligó a Felipe VI a hacer que su padre abdicase y así ella convertirse en reina consorte, sino que en 2020 consiguió que Juan Carlos I desapareciese para siempre de su vida. Le exilió a Abu Dabi provocándole la mayor humillación de la historia como castigo. A partir de ese momento Casa Real se compuso solo de los actuales reyes, sus dos hijas, la princesa y la infanta, y la reina Sofía en calidad de emérita.
Juan Carlos I vive en Abu Dabi desde hace casi cinco años. Sin embargo, debido a su avanzada edad ya se negocia la posibilidad de volver a España de forma discreta. Sin duda alguna, al emérito le ha beneficiado vivir en los Emiratos Árabes porque su régimen fiscal beneficia a las grandes fortunas. Así ha conseguido que sus dos mil millones de euros estén fuera de las manos de la Hacienda Pública.
Juan Carlos I empeora respecto a su movilidad, acabará en una silla de ruedas
Pero el emérito arrastra complicados problemas de salud, entre ellos su debilitada movilidad. Siempre ha tenido problemas de caderas y rodillas, sufre artrosis. Ha sido operado hasta en una decena de veces sin notable éxito. En Suiza se sometió a un revolucionario tratamiento de medicina regenerativa, pero después de tantos años ya no surte el mismo efecto. Los médicos le han dado el peor diagnóstico. Juan Carlos I terminaría sus días en una silla de ruedas. Es su peor pesadilla porque no quiere ver que necesita ayuda constantemente.
Felipe VI sabe que su padre cada vez está más delicado y sus hermanas Elena y Cristina le instan a tomar una decisión antes de que sea demasiado tarde. Si Juan Carlos I fallece fuera de España habría que repatriar su cuerpo y sería una deshonra para la corona y para el rey.
Ya se han mirado casas para que Juan Carlos I viva los últimos años, ya que sería impensable que pusiese de nuevo un pie en Zarzuela. Esa es la única ventaja de Letizia, pero volverá a tenerlo muy cerca más pronto que tarde. Podría ser en una mansión de la urbanización La Florida, a tan solo cuatro kilómetros de la residencia de los reyes.
