Letizia ha mantenido una reunión con sus asesores con el objetivo de desarrollar un plan de transformación que le permita acercarse más a la población. Hasta ahora, su vida se ha desarrollado en la cerrada esfera de Zarzuela, sin tener siquiera una cuenta de Instagram oficial y pública. Todo lo que ocurre en su hogar ha permanecido en la esfera privada. Su actitud fría y calculadora la ha distanciado de la gente, siendo descrita como una mujer fría, rígida y altamente profesional. A diferencia de Sofía, la reina emérita, Letizia nunca se ha apartado de su rol de reina, mostrándose distante. No obstante, recientemente, la esposa de Felipe ha mostrado una faceta más cercana y natural. La Casa Real, de manera cuidadosamente planificada, comparte imágenes íntimas de la familia real, como la graduación de Leonor y la confirmación de Sofía, así como despedidas para sus respectivas academias militares.
A pesar de estos eventos compartidos, la vida de Letizia sigue siendo un enigma. La información disponible proviene de expertos en la Casa Real y biografías no autorizadas. Se destaca que la reina tiene un profundo interés por la cultura, disfrutando del cine, teatro, ópera y museos. Además, es conocida por su solidaridad y su dedicación al cuidado diario de su cuerpo, asistiendo al gimnasio cada mañana con su entrenador personal antes de participar en eventos.
La casa, la afición de Letizia que empeora su imagen
No obstante, uno de los aspectos menos conocidos de la reina es su afición a la caza, un gusto que la vincula con Juan Carlos, su enemigo público desde que se unió a la corona en 2003. Esta afición fue revelada por el periodista Fonsi Loaiza, quien destacó que parte de los fondos públicos se destinaron a subvencionar cotos privados de caza pertenecientes a personas como Abelló, Botín y los March. "6,5 millones de euros de dinero público han ido destinados a subvencionar a los cotos privados de caza de Abelló, Botín o los March. A esto los medios de comunicación no lo llaman "paguitas". Los reyes Felipe VI y Letizia son uno de los aficionados al "deporte" de matar animales”.
“La afición de Letizia por la caza y su gasto de más de 70.000 euros en armas”, rezaba el titular. Aunque la Casa Real no comparte públicamente imágenes de los reyes practicando la caza, se menciona que han participado en esta actividad en varias ocasiones. Pilar Eyre, experta en Casa Real, señala que la familia real, incluida Letizia, tiene un interés particular por las armas, llegando al punto de que Letizia le regaló a Felipe una Purdey, un arma diseñada para cazar animales. Este detalle revela una faceta poco conocida de la reina, quien, según Eyre, aprecia la emoción de esta actividad. "Hay una atracción tremenda de los Borbones con las armas. A don Felipe le enseñó a disparar su padre… hasta el punto de que Doña Pilar, la hermana de Juan Carlos, llegó un día a Zarzuela y vio a don Felipe disparando a unas latas, el padre le estaba enseñando, ella se echó las manos a la cabeza y le dijo: ‘Juanito, por dios, no otra vez no, acuérdate de nuestro hermano’ y a pesar de eso, continuaron y son grandes cazadores toda la familia caza. Incluso doña Letizia también caza”.
Según la experta en Casa Real, los reyes han ido de caza en más de una ocasión, pero no aparecerá ninguna fotografía de ellos porque a día de hoy no sería una buena prensa. “Ellos saben la importancia de la imagen, son unos reyes modernos, austeros, que no hacen grandes alardes de nada, van a ir con mucho cuidado y no vamos a ver una imagen de ellos nunca ni con un arma en la mano ni nada. Lo hacían hasta hace poco, no sé si desde que son reyes en ejercicio lo continúan haciendo, pero me dicen que estas vacaciones privadas que se van a veces por ahí, se van a cazar”, decía entonces. Eyre siguió dando más detalles: "Tienen armas porque Letizia le regaló una Purdey, al poco tiempo de estar casados. Es un arma, los que entiendan lo saben, para matar animales y se la regaló al cabo de dos o tres años de casados. Regalarle a un Borbón un arma es garantía de fiesta, a Letizia le va la marcha. Es como una lata de gasolina a un pirómano”