Si la Casa Real danesa es portada en los medios españoles, imagínense lo que debe ser ahí en Dinamarca. La decisión de la reina Margarita II de despojar de los títulos de príncipe (y los privilegios que les vienen dados al cargo) a sus cuatro nietos es de lo único que se habla. Hace ya más de diez días del comunicado firme de la monarca, en el que expresó también "el amor y el afecto" que siente por todos los suyos, pero la noticia es de tales dimensiones que aún sigue trayendo cola.
Enrique, Atenea, Félix y Nicolás fueron los principales damnificados de la decisión de Su Majestad La Reina Margarita, pero también los padres de estos, Su Alteza Real Marie de Dinamarca y el príncipe Joaquín. En declaraciones a un medio de comunicación danés, ambos afirmaron que la relación con la otra parte de su familia -con el heredero Federico y su mujer Mary- es "complicada". De hecho, es tan complicada que no se pueden ni reconciliar en persona.
Y es que se ve que Margarita decidió reunirse con el príncipe Joaquín en su segunda residencia en Selandia hace pocos días. El segundo en la línea de sucesión a la corona cogió un jet privado desde París -ciudad donde vive junto a Marie y sus dos hijos pequeños- y se desplazó a ver a su madre. Esta reunión era convocada por Margarita II con tal de limar asperezas. Sin embargo, según se ha filtrado, este cónclave habría sido tan solo a dos bandas, faltando la tercera pata del vínculo familiar, Federico. El marido de Mary de Dinamarca habría decidido ausentarse de esta cita entre la única reina viva en Europa tras la muerte de Isabel II y su hermano Joaquín. Un gesto muy claro, tanto o más que el "keep it back, no te me acerques" de Shakira a Piqué en Gavamar.
¿Por qué esta enemistad?
Federico no le tiene especial simpatía a su hermano. Y no viene de ahora ni se han discutido por nada familiar en los últimos tiempos. Mantienen una relación cordial para hacerle un favor a su madre, pero realmente no se soportan. No se quieren ver ni en pintura. Y es que hace tiempo, unos cuantos años atrás, se llegó a rumorear que a Joaquín le gustaba su cuñada Mary. Llegó a presentar una novieta a la familia con un semblante muy parecido a la mujer de Federico y, para colmo, la prensa lo cazó intentando darle un picotazo en los labios a la nuera de la reina. Una imagen que fue captada por varias cámaras y que se vendió como la pólvora entre las revistas del corazón. A los pocos días no tardó en salir publicada, siendo la portada rosa más viral de la historia reciente de Dinamarca. De ahí, que Federico y Joaquín sean el Tom y Jerry de Dinamarca.