Leonor continúa su formación militar a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. La princesa vive la experiencia más enriquecedora pero también la más dura. Este domingo 9 de marzo se despide de Uruguay para poner rumbo a Chile. Dejará el atlántico para surcar el pacífico. La joven ha concluido ya dos meses de travesía, todavía le faltan otros cuatro meses y seis países más antes de volver a España. Se desconoce si la hija de Felipe VI volverá a Madrid para festejar la mayoría de edad de su hermana el próximo mes de abril.
Ni tan siquiera viviendo en el interior de un barco y lejos de España, se acaban las noticias de la princesa. Todos los medios de comunicación siguen muy de cerca su aventura y sus posibles romances. La pasada semana se la vinculó con un joven de 20 años, madrileño y de una familia pudiente, compañero guardiamarina con el que ha mostrado una gran complicidad.
Leonor fuma a escondidas, Casa Real oculta las fotografías
Leonor ha aprovechado el fin de semana de desconexión en Montevideo para salir de fiesta con sus compañeros. Como se vio en Zaragoza, como cualquier joven de su edad, a la princesa le gusta ir a las discotecas o tomar algo en algún pub. Pero algunas fotografías de testigos presenciales que Casa Real ha evitado que vean la luz demostrarían que la hermana de Sofía padece la misma adicción que su madre a esa edad. Estas semanas de confinamiento en el barco le están generando estrés y ansiedad, lo que incrementa su deseo de fumar. Al igual que ocurrió con la reina Sofía y con Letizia, Leonor también mantiene en secreto su hábito, ya que podría afectar su imagen, especialmente entre los jóvenes.
En su caso, no se trata de cigarrillos tradicionales, sino de vapeadores, los conocidos cigarrillos electrónicos. Un testigo en Zaragoza reveló que la hermana de Sofía fumaba en privado. Durante una salida a una de las discotecas que solía visitar, fue vista vapeando junto a algunos compañeros. Aunque logró tomarle una foto, los escoltas intervinieron rápidamente y le obligaron a eliminarla, impidiendo que esas imágenes se difundieran.
Tanto Letizia como Felipe VI desaprueban que su hija fume, ya sea tabaco convencional o electrónico, pues ambos son perjudiciales para su salud y pueden afectar su imagen pública. Aun así, la princesa aprovecha ciertos momentos para salir al exterior y vapear junto a sus amigos.