La Casa Real española ha sido históricamente maestra en el arte de la discreción y la diplomacia, especialmente cuando se trata de proteger la imagen de la monarquía. Desde los tiempos del rey Juan Carlos I, la gestión de los asuntos personales de los miembros de la realeza ha requerido maniobras cuidadosas, muchas veces fuera del ojo público. En este contexto, la vida sentimental de Felipe VI no ha sido una excepción, y uno de los episodios más controvertidos fue su relación con la modelo noruega Eva Sannum.
Durante los cuatro años que duró el noviazgo entre Felipe y Eva, la relación estuvo constantemente bajo el escrutinio de los medios y la presión de la familia real. Juan Carlos I, siempre preocupado por las implicaciones dinásticas de las elecciones amorosas de su hijo, deseaba que Felipe se casara con una mujer de sangre real. Sin embargo, Felipe, con su inclinación por enamorarse de plebeyas, complicaba las aspiraciones de su padre. La aparición de fotografías comprometedoras de Eva Sannum en ropa interior, publicadas en una revista, fue el catalizador que precipitó el final de la relación.
Todavía surgen dudas sobre los secretos que se ocultan tras la ruptura de Felipe y Eva Sannum
Estas imágenes, que rápidamente se convirtieron en un escándalo mediático, llevaron a la Casa Real a actuar con rapidez y discreción. La opinión pública comenzó a dudar de la idoneidad de Eva como futura reina, y los medios, alentados por sectores cercanos a Juan Carlos I, alimentaron estas dudas. La presión sobre Felipe fue inmensa, y finalmente, en un anuncio que sorprendió a muchos, el entonces príncipe declaró públicamente el fin de su relación con Eva: "Quiero comunicaros la decisión que hemos tomado Eva y yo. Hemos decidido acabar nuestra relación personal. Por razones estrictamente personales y particulares, cada uno seguirá su camino en la vida", dijo.
Pero el asunto no se zanjó ahí. Tras la ruptura empezaron a surgir rumores acerca de que, para garantizar que Eva Sannum no revelara detalles comprometedores sobre su relación con Felipe, se llegó a un acuerdo financiero significativo. Aunque la cifra exacta nunca ha sido confirmada, las especulaciones apuntan a que el cheque entregado a Eva estaba "cargado de ceros". Este supuesto pago tenía un solo objetivo: asegurar que Eva permaneciera en silencio y que ningún medio de comunicación pudiera obtener su testimonio sobre su vida con el príncipe.
Aseguran que hubo un pago que tuvo que ser muy suculento
El periodista Jaime Peñafiel, conocido por su conocimiento profundo de los entresijos de la monarquía, sugirió la teoría de que esta separación pudo haberle reportado a Eva una importante cantidad de dinero. "A mí me gustaría saber si se le pagó a Eva Sannum o no para que desapareciera", declaró Peñafiel, insinuando que solo Fernando Almansa, quien estuvo encargado de manejar el asunto, podría conocer la verdad. Peñafiel también subrayó que Juan Carlos I evitó enfrentarse directamente a su hijo sobre este tema, quizás por la complicada situación moral en la que él mismo se encontraba.
Desde luego, en caso de que hubiera cobrado, el cheque tuvo que ser de muchos ceros, pues a día de hoy, Eva sigue rechazando hablar. Según publicó la revista Semana, que recuperó la historia de Felipe y Eva Sannum con motivo del 20 aniversario de la boda de Felipe y Letizia, Eva Sannum sigue rechazando todas las ofertas, incluso aquellas con cifras astronómicas, para sentarse en un plató de televisión y hablar sobre su noviazgo con el ahora rey Felipe VI. Su silencio ha sido tan constante que no cabe duda de que el cheque, si existió, fue más que suficiente para mantenerla alejada de los focos y los titulares.