Uno de los grandes objetivos que ha tenido la Casa Real desde hace ya algunos años ha sido el de intentar separar al máximo posible la imagen de la actual monarquía con la anterior. Y es que no es que sea ningún secreto que en los últimos años la figura de Juan Carlos I, una figura que ha sido sinónimo de polémicas de todo tipo, ha hecho mucho daño a la institución, de ahí que desde la Zarzuela quieran separar muy bien la imagen de Juan Carlos I de la de Felipe VI, el actual rey.

Así, la imagen que se intenta transmitir en este sentido desde la Zarzuela respecto a la monarquía actual es la de una monarquía moderna y que no tiene que ver con la anterior. Sin embargo, que estén intentando lograr su objetivo en este sentido no implica que la imagen que se pretenda vender de Felipe VI y de Letizia sea cien por cien real, entre otras cosas porque, como apuntó en su momento Pilar Eyre, una de las periodistas mejor informadas de lo que ocurre en Zarzuela, hay ciertos aspectos y ciertas pasiones de la familia real actual que es mejor esconder al gran público.

A los reyes Felipe y Letizia les gusta la caza

Un buen ejemplo de ello es la pasión de Felipe y Letizia por la caza, una pasión que comparten curiosamente con el hoy rey emérito Juan Carlos I. “Ellos saben la importancia de la imagen, son unos reyes modernos, austeros, que no hacen grandes alardes de nada, van a ir con mucho cuidado y no vamos a ver una imagen de ellos nunca ni con un arma en la mano ni nada. Lo hacían hasta hace poco, no sé si desde que son reyes en ejercicio lo continúan haciendo, pero me dicen que en sus vacaciones privadas se van a cazar”, apuntó en su día Eyre.

felipe letizia gtres
felipe letizia gtres

En este sentido, pese a que evidentemente desde la institución no han hecho oficial nada al respecto, parece ser que en alguna que otra ocasión desde la casa real se han organizado alguna cacerías para los reyes actuales tal y como se organizaban hace años para el rey emérito, cacerías en África y en otros lugares donde los amantes de la casa pueden disfrutar de una actividad que, desde luego, no encaja con la imagen de modernidad que quieren transmitir los reyes actuales.