Juan Carlos I ha vuelto al centro de la atención pública tras la aparición de unas fotografías íntimas junto a Bárbara Rey, publicadas por una revista holandesa. Las imágenes muestran al exmonarca besándose con la vedette, lo que confirma las especulaciones sobre su relación extramatrimonial y sus múltiples infidelidades a la reina Sofía. Aunque durante décadas se habló de su fama como mujeriego, nunca se habían hecho públicas pruebas tan explícitas. En el pasado, la Casa Real habría recurrido al pago de cuantiosas sumas de dinero para evitar que este tipo de pruebas salieran a la luz, destinando miles de millones de euros a mantener el silencio de sus amantes.
El gran desafío de Juan Carlos no ha sido únicamente su vida de infidelidades, sino su tendencia a involucrarse emocionalmente. Algo similar ocurrió con Corinna Larsen, quien se convirtió en una figura mediática clave en los escándalos del emérito, y más recientemente con Marta Gayà, conocida por ser discreta y nunca revelar detalles sobre su relación con él.
Por otro lado, la reina Letizia tuvo que hacer frente a una difícil situación al permitir un encuentro entre Leonor y su abuelo Juan Carlos. Aunque no hay imágenes públicas del evento, el gesto buscaba redirigir la narrativa mediática hacia ese encuentro familiar, en lugar de centrarse en las comprometedoras fotografías del padre de Felipe VI.
En contraste con su padre, Felipe VI ha llevado una vida más ordenada en términos sentimentales. Aunque también fue un hombre muy atractivo en su juventud, su carácter más reservado y su enfoque en sus deberes evitaron escándalos similares. Nunca se le han atribuido relaciones extramatrimoniales, pero sí enfrentó tensiones dentro de la corona debido a sus relaciones con mujeres plebeyas. Juan Carlos, incómodo con estas elecciones, habría ordenado al CNI investigar a las parejas de su hijo, buscando información para posibles maniobras de control.
Eva Sannum fue el gran amor de Felipe VI
Uno de los episodios más comentados fue el romance de Felipe con Eva Sannum, considerado por muchos como el amor de su vida. Sin embargo, la presión mediática y unas fotografías comprometedoras de la modelo noruega en ropa interior llevaron a la Casa Real a forzar la ruptura. Felipe, en un comunicado oficial, anunció: “Hemos decidido acabar nuestra relación personal. Por razones estrictamente personales y particulares, cada uno seguirá su camino en la vida”.
Se rumorea que la Casa Real llegó a un acuerdo económico con Eva Sannum, pagándole una suma millonaria a cambio de su silencio. Este pacto habría buscado proteger la imagen de la monarquía y evitar que detalles perjudiciales salieran a la luz. Según el periodista Jaime Peñafiel, quien abordó este tema en varias ocasiones, solo Fernando Almansa, un colaborador cercano de la familia real, conoce los detalles de lo ocurrido. Peñafiel señaló que Juan Carlos, incapaz de enfrentar a su hijo directamente, dejó que otros gestionaran la ruptura. Este episodio sigue siendo una sombra en la historia de la corona española.
