Máxima preocupación en Zarzuela por las declaraciones de Jaime del Burgo. El abogado ha complicado las navidades de la familia, y es que con sus palabras ha dañado la imagen tanto de Letizia como de Felipe. La reina ha perdido su intachable imagen, mientras que el rey ha quedado humillado y ridiculizado en todo el mundo porque ya no solo la prensa española se está haciendo eco de este asunto, ha llegado a importantes medios de comunicación internacionales. Parecía que Zarzuela había conseguido callar al ex de Telma Ortiz, pero esta semana ha vuelto a atacar a la corona con nuevos datos sobre la historia de amor entre la asturiana y él.
Siempre se creyó que la gran crisis que atravesó el matrimonio en 2013 fue culpa de las fechorías de Juan Carlos y la implicación de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina en el caso Nóos que hizo que la ciudadanía perdiese la poca confianza que tenían en la corona. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Casa Real tapó este asunto y nunca vio la luz hasta finales de este año. Jaime del Burgo ha decidido romper su silencio por alguna extraña decisión que a día de hoy se desconoce. Por ahora son solo mensajes donde intenta probar esta relación extramatrimonial, aunque asegura que tiene pruebas gráficas que aún no han visto la luz, pero por las que habría recibido millones de euros. Sería todo un escándalo.
Letizia quería marcharse de la corona
Jaime del Burgo ha revelado que Letizia estaba harta de la monarquía española. Se equivocó. Le pudo la ambición de convertirse en la mujer más importante del país. Quería salir de ahí y no sabía cómo hacerlo. La ataban sus hijas, Leonor y Sofía, no quería perderlas. Su mayor confidente en esos años fue el abogado. La ayudó a buscar la mejor estrategia para marcharse. Lo que nadie sabía es que sería con él, incluso pretendían formar una familia.
Letizia y Jaime del Burgo se veían en secreto en un apartamento de Madrid, en Zarzuela cuando no estaba Felipe, en Barcelona, y en los viajes internacionales. Tenían una coartada perfecta para no ser descubiertos, pero finalmente les descubrieron. Felipe sospechaba de los viajes de su mujer. Siempre quería ir sola o con unas amigas.
Juan Carlos y Casa Real investigaron esos movimientos, Letizia no se percató de nada y actuó con total normalidad. Les fotografiaron juntos en Francia, besándose apasionadamente. Es en ese momento cuando Felipe y su mujer mantuvieron una acalorada discusión. Se había repetido la historia, pero en esta ocasión a la inversa. La reina fue infiel al rey, una mujer que tenía miedo a que los hombres le fuesen infieles.