No hay duda de que la IMAGEN, con mayúsculas, de los últimos días, a nivel español, la vimos el sábado en Gales. Allí la princesa Leonor celebró su graduación en el internado donde durante dos años ha estudiado el Bachillerato Internacional. El UWC Atlantic College vistió sus mejores galas para despedir a los estudiantes con todos los honores y entregar los respectivos diplomas. Y hacia allí que fueron los padres de la criatura, unos Felipe y Letizia orgullosos, y la hermana pequeña de la protagonista, la infanta Sofía. Los cuatro, una vez acabado el acto, inmortalizaron el momento con una comentadísima foto. Un selfie, que sea dicho de paso, hicieron sin tener en cuenta todo el escenario, por ejemplo, los contenedores de basura que se veían detrás suyo, metáfora de la monarquía, o el primerísimo primer plano con cosas negras en los dientes de Felipe.

El selfie 'real' / @CasaReal
El selfie 'real' / @CasaReal

Un selfie que numéricamente, demostró que la monarquía española necesita una sacudida. Lo ideal sería que en pleno año 2023 no hubiera reyes, pero como mínimo, si los hay, estén en sintonía con la época en que estamos. Estas son las cifras. Según explica El Español, "El post que contiene el selfie se ha visto cuatro millones de veces, tiene casi 20.000 'me gusta', 2.832 retweets y poco más de 1.200 comentarios. También es llamativo el aumento de seguidores del perfil de Twitter de la Casa del Rey tras la publicación. Según Social Blade, herramienta especializada en redes sociales, sólo el fin de semana la cuenta obtuvo 2.268 followers". Que traducido, según los expertos significa que "Si se utilizasen las redes de manera menos corporativa, tendrían mucho más alcance. Deberían de darse cuenta de que las redes sociales funcionan y la gente quiere saber más de ellos".

La familia real, en la graduación de Leonor / @CasaReal

Aparte del selfie, el UWX Atlantic College publicó en redes sociales una imagen curiosa, donde se despedía de todos los alumnos que se acaban de graduar, la promoción de este 2023, todos delante del castillo, una especie de "¿Dónde está Wally?", pero con la princesa. La foto, de todos modos, fue una más de las muchas que el centro publica, por ejemplo, en Instagram. Una palabra que debe sonar marciano en Zarzuela. "¿Instagram? ¿Eso qué es lo que es?". La monarquía española, siempre a la cola de la modernidad y de los tiempos que corren, parece que viva en otro siglo. En una época en que toda la vida la tenemos en el móvil, y donde todo el mundo utiliza las redes, en Casa Real se limitan a hacer un par de tuits al día explicando los actos que tienen que ver con los Borbones, institucionales y con un tono soporífero, que deben mirar los cuatro monárquicos de turno. Pero que la ciudadanía pasa, por poco interés y por el tufo a naftalina que desprenden las publicaciones.

Tal como explica el mencionado medio, con respecto a los Borbones, "El siguiente paso sería abrir una cuenta de Instagram, una asignatura pendiente en la monarquía española y que los distancia por completo de otros royals europeos". Y es que "Las redes son el principal canal de comunicación de las nuevas generaciones, pero no sólo basta con estar, sino que hay que saber estar y generar contenidos que conecten con la audiencia. Si vas a tener redes para dar a conocer tu agenda diaria sin ningún tipo de implicación personal, no van a funcionar". Y es que si lo comparamos con casas reales de toda Europa, por ejemplo, los británicos, los holandeses o los belgas, la diferencia es abismal. Cuando allí todo son publicaciones desenfadadas, espontáneas y que conectan, tenemos curiosidad por ver cómo serían los post que colgaran en Zarzuela. Si es que eso llega a pasar algún día: "En temas digitales la monarquía española va muy despacio y todavía no estarían maduros ni preparados mentalmente para las redes", dicen los expertos como Arantxa Pérez, experta en marketing digital. Y tiene toda la razón.