Felipe VI es muy consciente de que, por mucho que haya pasado ya un tiempo y empiecen a ser ya muchos los que hayan decidido olvidar ciertas polémicas, la figura del rey emérito Juan Carlos I sigue despertando mucha animadversión entre los anti monárquicos en nuestro país.
Es más, por mucho que en algunas ocasiones se haya visto juntos en los últimos tiempos al rey actual con el rey emérito, lo cierto es que desde la casa real intentan evitar al máximo que estas dos figuras coincidan, entre otras cosas porque su principal objetivo desde hace ya mucho tiempo es el de distanciar al máximo a Juan Carlos I de cualquier miembro de la casa real actual, especialmente de Felipe VI y de la princesa Leonor, la futura reina.
El emérito es muy consciente de ello, pero eso no implica que no esté constantemente intentando lograr algún tipo de acercamiento ya no tan solo con su hijo Felipe VI, que se ha producido en los últimos tiempos, sino especialmente con su nieta, Leonor, con la que apenas tiene contacto desde hace ya muchos años.
Felipe VI no quiere que se produzca el encuentro entre su padre y su hija
En este sentido, no es que sea precisamente ningún secreto que el emérito ha llegado recientemente a Sanxenxo, Galicia, donde estará alrededor de dos semanas disfrutando de una de sus grandes pasiones: las regatas. Teniendo en cuenta que el emérito estará apenas unos kilómetros de la Escuela Naval de Marín, la escuela en la que actualmente Leonor está cursando sus estudios en relación a la marina, parece ser que Juan Carlos I, teniendo en cuenta las buenas conexiones que tienen con altos cargos en Marín, lleva tiempo intentando organizar un encuentro con su nieta, algo que evidentemente ha llegado a Felipe VI.
Un Felipe VI que tiene muy claro que, por mucho que se hayan producido ciertos acercamientos en los últimos tiempos por su parte tanto a la figura de su padre como la figura de sus hermanas, Elena y Cristina, lo mejor para la institución es seguir separando al máximo la figura de la futura reina, Leonor, con la del emérito, para evitar así mayores polémicas.
No se sabe hasta qué punto, aunque parece muy improbable teniendo en cuenta que la Reina Letizia sigue siendo muy tajante en este sentido, se podrá o no producir un encuentro privado entre el emérito y su nieta, pero lo que es más que evidente es que no aparecerán en ningún caso fotografías en un encuentro público.