El escándalo que relaciona a la reina Letizia con su ex cuñado Jaime del Burgo ha sido un tema recurrido en las últimas semanas por los medios y periodistas especialistas en la casa real. Un asunto que ha removido los cimientos de la Zarzuela, pero que han servido a la casa real para enterrar otro de los escándalos más sonados de la monarquía en los últimos años. Nos referimos a las informaciones publicadas sobre Juan Carlos I en el libro ‘King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I’, publicado por los periodistas David Fernández y José María Olmo la pasada primavera.
Este trabajo periodístico destapa numerosos detalles oscuros sobre el ex monarca, pero destaca un episodio que causó una considerable conmoción: la presunta existencia de una hija ilegítima de Juan Carlos I llamada Alejandra, fruto de una supuesta relación con una aristócrata en los años 70.
Juan Carlos I y Alejandra de Rojas responden a los rumores
Cuando el nombre de Alejandra salió a la luz, los medios y programas del corazón se hicieron eco de la noticia, ocupando páginas y minutos en televisión. Todas las miradas se dirigieron hacia Alejandra de Rojas. Sin embargo, desde la Zarzuela han logrado gestionar hábilmente este lío de faldas que Juan Carlos I mantuvo oculto durante 53 años.
Tanto Juan Carlos como Alejandra respondieron de inmediato al asunto emitiendo un comunicado en el que negaban rotundamente la veracidad de estas informaciones. El ex monarca fue el primero en desmentir la noticia: "Me veo obligado a desmentir de nuevo estas informaciones por el respeto a la verdad y al honor de todas las personas afectadas", afirmó. "Niego absolutamente haber tenido relación amorosa alguna con la señora doña Rosario Palacios (q.e.p.d.) y consecuentemente haber tenido una hija con ella. Rechazo y condeno por falso cuanto se ha publicado en relación con este inventado asunto".
Sin noticias de Alejandra
Por su parte, Alejandra de Rojas amenazó a los medios con demandas si inventaban informaciones falsas sobre ella: "Ante la noticia publicada la última semana como adelanto de un libro que se intenta publicar en breve, y el sinfín de noticias publicadas en prensa, radio, televisión y redes sociales sobre mi persona, me veo obligada a desmentir de forma tajante mi condición de ‘hija secreta’ del rey Juan Carlos, así como todos los comentarios vertidos sobre un supuesto trato especial recibido durante mi infancia o juventud, por esa falsa condición".
Después de estos comunicados, el silencio ha sido total. El libro no se menciona y los medios han dejado de abordar el asunto. Alejandra parece haberse esfumado del mapa, y las especulaciones sobre su presunto parentesco con la casa real ya no tienen lugar en la agenda informativa. Ni siquiera se ha investigado quien es Alejandra, en caso de que no sea De Rojas. Una buena lección de como se tapa un escándalo real.