Desde su matrimonio hace 21 años, la reina Letizia y el rey Felipe VI han sido objeto de un intenso escrutinio público. Sin embargo, hay un aspecto de su vida que ha permanecido en la sombra: las aventuras de Letizia en África, un tema cuidadosamente clasificado por la Casa Real.
Fue el periodista Fonsi Loaiza quien reveló lo siguiente: “6,5 millones de euros de dinero público han ido destinados a subvencionar a los cotos privados de caza de Abelló, Botín o los March. (...) Los reyes Felipe VI y Letizia son unos de los aficionados al “deporte” de matar animales”. La pareja disfrutó de escapadas a África, donde la caza era una de sus actividades favoritas. Es por ello que ha mantenido un perfil bajo sobre estas experiencias, consciente de que hablar abiertamente sobre ello podría generar críticas en un mundo donde la conservación y el bienestar animal son temas sensibles.

La Casa Real ha sido muy reservada en cuanto a estos viajes, lo que lleva a especulaciones sobre la naturaleza de las actividades que realmente realizaban. Se sabe que la royal tiene una gran pasión por la naturaleza y la vida salvaje, pero su interés por la caza es un tema tabú. En un momento en que la opinión pública es cada vez más crítica con respecto al maltrato animal y las fotografías de Juan Carlos I, descubrir esta pasión sería un error monumental.
Letizia le regaló un arma de caza a Felipe VI
A lo largo de los años, la Casa Real ha intentado proyectar una imagen de modernidad y sensibilidad hacia los problemas sociales y ambientales. No obstante, la revelación de las idas a este continente genera preguntas sobre la coherencia entre la imagen pública que desean presentar y las actividades privadas que disfrutan.
Otro aspecto alarmante lo reveló Pilar Eyre, “tienen armas porque Letizia le regaló una Purdey, al poco tiempo de estar casados. Es un arma, los que entiendan lo saben, para matar animales y se la regaló al cabo de dos o tres años de casados”. Y es que el rey, además, tiene experiencia con las armas porque el emérito le enseñó a disparar en su juventud. Según las informaciones de la experta en monarquía, los reyes se iban a cazar en sus vacaciones lejos del ojo público.

La caza, aunque tradicional en muchas culturas, recibe un creciente rechazo en la sociedad contemporánea. La asturiana, al ser una figura pública, podría enfrentar fuertes objeciones si se hicieran públicas las pruebas. Esto podría explicar por qué optan por mantener en secreto sus ausencias en ciertos períodos, priorizando la imagen institucional sobre la transparencia.
La Casa Real ha logrado mantener en secreto los pormenores de los viajes de Letizia a África durante más de dos décadas, la revelación de estos detalles invita a una reflexión más profunda sobre el rechazo que vivió Juan Carlos I mientras que los reyes sucumbían a las mismas prácticas. Sin embargo, la verdad siempre encuentra la manera de salir a la luz, y el tiempo dirá cómo se manejarán estos descubrimientos en el futuro.