Cuando a alguien le preguntan de la Casa Real siempre dicen que viven muy bien, algunos incluso les envidian, pero la realidad es muy distinta. Puede que no tengan problemas económicos, pero son igual de humanos que cualquier otra persona, con los mismos problemas, o peores. Pertenecen a la institución más importante de un país. La responsabilidad de los ciudadano está puesta sobre ellos. Tienen miradas las 24 horas del día pendientes de cada uno de sus movimientos y tienen que cuidar mucho sus formas, jamás podrán tener una vida normal como cualquier mortal.
A diferencia de Letizia, que tuvo una vida anónima antes de convertirse en princesa, Leonor y Sofía han nacido con sangre azul, y desde el minuto uno han sido conocidas en todo el mundo y tienen la responsabilidad de ser las próximas representantes de España. La princesa será la futura heredera al trono, reina de España, mientras que su hermana será infanta.
Desde que tenían meses y ni tan siquiera se aguantaban de pie ni pronunciaban una palabra, Leonor y Sofía recibían clases de protocolo e idiomas. Nunca han podido vestirse como han querido, ni hacer los mismos planes que sus amigos, tampoco han tenido intimidad, algo que notan más ahora, siempre tienen la sombra de dos escoltas como mínimo cerca de ellas.
La vida de Leonor y Sofía no será como la del resto de los humanos
Leonor, como reina de España, tendrá todavía menos libertad. Debe ejercer una formación militar durante tres años que tal vez ni le gusta ni le interesa, deberá estudiar una carrera universitaria por obligación, sin hacer caso a sus preferencias. Estudiará fuera de España un master, concretamente en Estados Unidos. Cuando vuelva su agenda se llenará de compromisos institucionales todos los días y se quedará siempre a vivir en Zarzuela, por lo menos no tendrá el problema de la vivienda del 90% de los jóvenes en España. No tendrá que dejarse el sueldo en el alquiler. Eso sí, ella no se casará por amor, sino por obligación. Cualquier persona no puede ser el futuro rey de España.
Sofía también tendrá muchas obligaciones, aunque un poco más de independencia y libertad que Leonor, pero tampoco será tanta la diferencia. Si todo sigue según lo previsto, como sucedió con Felipe VI, Elena y Cristina, la infanta no deberá realizar la formación militar, ni tampoco estudiar la carrera de Derecho por obligación. Tampoco deberá irse a Estados Unidos a estudiar un máster, y en su caso podrá vivir fuera de Zarzuela, en su casa propia. Tampoco se le pondrán tantos impedimentos para casarse.
Desde pequeñas Leonor y Sofía han asistido a terapia para aceptar su realidad. Concretamente desde los 6 años, cuando ya eran más conscientes de todo y veían que en la escuela la vida del resto de niños era más sencilla y también más divertida.
