Las revelaciones de Jaime del Burgo sobre presuntas infidelidades de la reina Letizia al rey Felipe VI generaron un impacto profundo en la Casa Real. Desde entonces, el papel de Letizia dentro de la monarquía ha ido menguando, su protagonismo se ha diluido, y su influencia ha quedado reducida a un segundo plano. Altos cargos de la Casa Real consideran que la imagen actual de Letizia no es beneficiosa para la institución, y por ello, han decidido que su presencia en los actos oficiales vaya desapareciendo gradualmente, cediendo el protagonismo al rey y a la princesa Leonor, futura reina de España.
El cambio de roles dentro de la familia real quedó en evidencia durante la reciente boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova en la finca Soto Mozanaque, en Algente. En este evento, que reunió a varios miembros de la familia real, se produjo una fotografía que ha generado gran controversia y ha evidenciado la nueva dinámica en Zarzuela. La imagen, capturada con la reina emérita Sofía y sus tres hijos, Felipe VI, la infanta Elena y la infanta Cristina, refleja el que ‘pacto de Zarzuela’, un acuerdo entre Sofía y sus hijos para mantener una apariencia de unidad y solidez familiar, dejando a Letizia en un segundo plano por el bien de la perpetuación de la corona.
La foto que apuñala por la espalda a la reina Letizia
Esta fotografía, que simboliza la reconciliación y la unión entre los tres hermanos, ha sido vista por muchos como un claro mensaje: Letizia ya no tiene el mismo peso dentro de la familia real. Este reencuentro y la revitalización del papel de las infantas Elena y Cristina hubieran sido impensables en los años en que Letizia gozaba de su máximo esplendor. Incluso, la posibilidad de que los hijos de Cristina y Elena puedan instalarse nuevamente en Zarzuela es una señal de cómo los tiempos han cambiado.
Mientras tanto, Letizia se encontraba en París representando a la Casa Real en los Juegos Paralímpicos cuando la polémica imagen fue tomada. Para la consorte, este hecho ha sido una humillación pública. Según fuentes cercanas, Letizia no ha ocultado su descontento, lo que ha provocado una nueva pataleta dentro de los muros de Zarzuela. Sin embargo, su reacción no ha alterado los planes de la Casa Real.
Ni rastro de la reina Letizia en los actos institucionales
Como parte de esta estrategia para apartarla del primer plano, Letizia ha sido literalmente metida en la nevera por la Casa Real. Tras su regreso de París y durante toda la semana, no tiene programados actos públicos, mientras que su esposo, Felipe VI, sigue adelante con una apretada agenda.
El miércoles, el rey tendrá varias audiencias en el Palacio de La Zarzuela con figuras clave como el Presidente del Tribunal Constitucional y el Fiscal General del Estado. El jueves, presidirá el acto de Apertura del Año Judicial 2024/2025, y el viernes, recibirá a la XXIII Promoción del Cuerpo Superior de Interventores y Auditores del Estado. De Letizia, ni rastro.