Leonor hizo una pausa en su ajetreada vida para atender uno de los compromisos institucionales más importantes de su agenda. Octubre es el mes en el que es la auténtica protagonista. Por un lado, cada 12 de octubre preside el desfile de las Fuerzas Armadas en Madrid. Y tan solo dos semanas después protagoniza la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Es la primera vez que los otorga con la mayoría de edad, por este motivo Felipe y Letizia han querido premiarla con un mayor peso, ella ha sido en esta ocasión la que ha cerrado el acto con un discurso de clausura, que años anteriores recaía en su padre. Además, se rumorea que el próximo año, la princesa podría sentarse sola. Los reyes ocuparían el palco honorífico en el que hasta este año se ha sentado la reina Sofía.
Todas las cámaras se enfocaron en Leonor, pero también en el resto de la familia y en cada uno de sus movimientos. Según fuentes cercanas a Zarzuela, Letizia ha sido muy dura con la princesa esta semana en la que ha estado en Madrid para preparar los premios Princesa de Asturias. La reina sigue siendo una persona controladora y calculadora, también con sus hijas, y no quiere que haya el más mínimo error, aunque eso es inevitable, y es lo que hace que la ciudadanía vean a la princesa y a la infanta naturales.
Leonor se mostró nerviosa ante la atenta mirada de Letizia
Letizia ha preparado el discurso de Leonor con ella. La monarca lo escribió y le ayudó con la entonación, uno de sus puntos fuertes como resultado de su profesión ante las cámaras. También le ayudó a quitarse esos nervios, aunque solo la pone más nerviosa por la presión que ejerce sobre ella.
Como se pudo ver en las imágenes del acto, Leonor estuvo algo nerviosa y en ocasiones se trababa. Es aún muy joven y un diamante en bruto por pulir. La princesa se ha ganado el cariño del público y a la Casa Real se le augura un gran futuro gracias a los esfuerzos de Felipe y Letizia. “Estaba muy nerviosa y se trabó unas cuantas veces”, apuntaron.
Muchos echan la culpa a Letizia de cohibir a Leonor y quitarle naturalidad. Quiere que sea una copia exacta de ella y es el mayor error de la monarca. Cada persona tiene que tener su personalidad, pero ya es hora que alguien muestre cercanía con las personas y no una barrera infranqueable que solo alejada a la ciudadanía de la corona.