El paso de la princesa Leonor por el Juan Sebastián Elcano, el histórico buque escuela de la Armada Española, está siendo convulso. Lo que comenzó como una etapa clave en su formación militar ha derivado en una situación complicada que ha puesto en alerta tanto a la reina Letizia como al entorno más cercano de la heredera al trono.
Desde el inicio del viaje en enero, la participación de Leonor en esta travesía ha estado marcada por diversos contratiempos. El primero de ellos tiene que ver con una serie de filtraciones que han puesto en entredicho la capacidad del equipo de seguridad asignado a la princesa. Imágenes suyas durante momentos de ocio personal —como en bikini en Uruguay, o tomando una bebida en un bar en Chile— han llegado a los medios, despertando un debate en torno a su exposición mediática y su privacidad.

La princesa Leonor no se adapta a la vida en alta mar
A estos problemas se suman las dificultades físicas que Leonor está experimentando. Según fuentes cercanas a Zarzuela, la princesa sufre de cinetosis, un trastorno frecuente en personas que no están acostumbradas a la navegación, que le provoca mareos, vómitos y episodios de debilidad. A pesar de recibir biodramina de forma regular, los síntomas no han desaparecido completamente. De hecho, Leonor ha sufrido caídas en la cubierta del barco que le han dejado visibles hematomas.
Ante este panorama, la reina Letizia ha presionado discretamente para encontrar una solución. La consorte, que nunca quiso que Leonor siguiera esta formación, no deja de buscar argumentos para interrumpir la estancia de Leonor en el Elcano. Considera que la permanencia de su hija en el buque puede tener consecuencias negativas para su salud física y emocional, además de deteriorar su imagen pública en un momento especialmente delicado para la institución. Aunque ha transmitido esta preocupación a Felipe VI, el rey se muestra más cauto. Cree que ceder ante las presiones mediáticas puede proyectar una imagen de debilidad institucional y afectar la percepción de la formación de Leonor como futura reina.

Letizia tiene la excusa perfecta para sacar a Leonor del Elcano
Sin embargo, Letizia ha logrado encontrar una vía diplomática para sacar temporalmente a su hija del buque sin generar escándalos ni alimentar rumores. La excusa perfecta es el cumpleaños número 18 de la infanta Sofía, previsto para el próximo 29 de abril. La celebración familiar ofrece el contexto ideal para que Leonor haga una pausa en su formación y regrese a España durante unos días, en un movimiento cuidadosamente coordinado por el equipo de comunicación de la Casa Real.
La estrategia es clara: realizar la salida de Leonor del Elcano de forma discreta, sin anuncios oficiales ni declaraciones públicas, para evitar que se convierta en el centro del foco mediático. El objetivo es proteger su privacidad, preservar su proceso formativo y, al mismo tiempo, que no quede como un escaqueo.