Fueron muchos los años en los que Juan Carlos I sabía que podía hacer y deshacer en nuestro país y lejos de nuestras fronteras sin ningún tipo de problema, entre otras cosas porque el poder que tenía la casa real en algunos medios de comunicación era tan evidente que no hacía falta ni levantar el teléfono para dejar muy claro que había ciertas informaciones y ciertas fotos que era mucho mejor no publicar.

En este sentido, si bien es cierto que no son pocos los que ahora aplauden que estén empezando a parecer muchas noticias relacionadas con el emérito que no lo dejan en buen lugar, también lo es que siguen siendo muchos los que reclaman que este atrevimiento actual no se diera en su momento por parte de muchos periodistas y expertos en la institución.

Lo curioso en este caso es que, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta el peso institucional que tiene ahora Felipe VI, el rey, también son muchos los que argumentan que, como se hizo en su día con su padre, ahora son muchos los que están protegiendo a la figura del rey actual.

Nadie aparece en los medios hablando de Felipe VI

Un claro ejemplo de ello es que, pese a que no es que sea precisamente ningún secreto que Felipe VI tuvo novias y amantes antes de casarse con la reina Letizia y que parece ser que ha tenido también algunas aventuras incluso casado, en muy pocos casos se ha dado la ocasión en la que alguna de estas novias o amantes haya tenido presencia en los medios de comunicación.

Felipe Letizia EFE
Felipe Letizia EFE

En este sentido, no fue otro que Jaime Peñafiel, uno de los periodistas que más y mejor conocer la institución, el que puso encima de la mesa una posibilidad que parece más que real: que la casa real pagara en su momento a Eva Sannum, una ex del entonces príncipe Felipe, para que guardara silencio.

A mí me gustaría saber si se le pagó a Eva Sannum o no para que desapareciera. Eso sólo lo sabe Fernando Almansa, a quien le tocó lidiar con este asunto, porque don Juan Carlos no tuvo el valor de enfrentarse a su hijo. Entre otras razones, porque moralmente no podía impedirle que se casara con quien él quisiera”, apuntó hace unos años Peñafiel.