El pasado miércoles 26 de febrero los reyes volvían a reencontrarse con Annie Leibovitz para ver en primera persona los retratos que le realizó el 7 de febrero del año pasado. Ya tuvieron ocasión de ver las fotografías, pero nunca en persona, con el marco y colgadas en la pared, como una verdadera obra de arte de la fotógrafa. Estos retratos formarán parte de la colección del Banco de España, que necesitaba ser renovada.
A pesar de su apretada agenda, Annie Leibovitz volvía a poner un pie en Madrid para reencontrarse con los reyes y ver su reacción mientras observaban sus cuadrados. La fotógrafa viajó expresamente de Estados Unidos a Madrid. La americana de 75 años se negó a hablar con la prensa asistente al acto, solo compartió palabras con los monarcas y anécdotas de esta sesión.
Los tres hablaron en inglés y era muy complicado saber que decían debido al alboroto de los presentes, un centenar de periodistas. Las dos fotografías permanecen separadas como dos cuadros independientes, pero si se ven juntas parece el mismo cuadro, y es que Letizia y Felipe posaron para la retratista en el mismo salón del palacio de la Zarzuela.
Letizia se marchó del acto después de atender a la prensa
A la pregunta de si se habían gustado como modelos, el rey ha respondido: "No somos nosotros los encargados de valorarlo". La reina ha devuelto la pregunta a la prensa: "¿Vosotros qué creéis". Parece que tanto el rey como la reina se ven muy atractivos en las fotografías y están satisfechos con este resultado. Aparecen muy modernos que es la imagen que siempre han querido dar de la corona en estos últimos años.
Debido a la fotografía de los reyes, la exposición está recibiendo muchas visitas, una gran afluencia de público, por ello se ha prorrogado más tiempo. Los reyes con sus fotos, se han convertido en "prescriptores de arte". Con 26.000 visitas hasta ahora, es la exposición más visitada del Banco de España, inaugurada el 28 de noviembre pasado y ahora ampliada hasta finales de mayo.
Parece que Letizia fue muy amable con la prensa, pero una vez que los atendió desapareció como si nada. Una vez más se fue del acto demostrando que le interesa poco todo lo relacionado con la corona y permanecer mucho tiempo al lado de Felipe VI. No es la primera vez que lo hace ni que Casa Real se ve en la obligación de pedir perdón por su actitud.
