Los reyes se enfrentan a una de sus agendas más completas de los últimos meses. Esta semana viajaron a Valencia a asistir a la misa funeral en homenaje a las víctimas por la DANA, y al día siguiente por la tarde se trasladaron en su jet privado a Italia para asistir a un nuevo viaje de Estado. Los monarcas viajaron de Roma a Nápoles, donde asistieron a una cena de gala. Nada más aterrizar, los padres de Leonor y Sofía se trasladaron hasta la Real Academia de España en Roma, donde mantuvieron un encuentro con la Asociación de Hispanistas italianos con motivo de su 50º aniversario. 30 minutos más tarde, el Embajador de España en Roma les recibió en su residencia. Allí no solo se celebra una recepción para la colectividad española en la capital, sino que será su alojamiento durante los dos días de estancia en la Ciudad Eterna.
El Palacio de Quirinal recibió a los reyes por la mañana y nuevamente se vistió de gala para la cena. En este caso estuvo oficializada por el presidente de Italia, Sergio Mattarella. Una vez más, la monarca se llevó todos los aplausos y miradas en su aparición. Siempre pendiente de la última moda. Lució un vestido negro de una firma italiana, Max Mara, que ha lucido junto a las pulseras gemelas del lote de pasar y pendientes de la firma suiza De Grisogono.
Llegaron a las ocho de la noche a la residencia del presidente Mattarella para este banquete de Estado que pone fin a la jornada más oficial de la estancia de los Reyes en Italia. Según la etiqueta, las mujeres debían ir de traje largo, como hizo Letizia.
Letizia sufre las consecuencias del neuroma de Morton
Como viene siendo habitual, Letizia luce marcas españolas en España, y en cada una de sus visitas a otros países intenta decantarse por diseñadores de allí. Por ejemplo, en Francia se decantó por Dior, mientras que en Dinamarca por Rotate. Este vestido se trata de una prenda compuesto por cuerpo sin mangas de georgette de pura seda, y falda de raso brillante cortado al bies. Presenta drapeado escultórico en el hombro y detalle de lágrima en la parte delantera. Su precio es de 599 euros y está disponible en la web de la firma.
Está siendo una semana especialmente difícil para los reyes, una de las más completas de todas. Por este motivo, la reina acaba realmente muy cansada, y más en estas jornadas maratonianas. Como ya sucedió en los Países Bajos, aunque en esta ocasión de una forma mucho más disimulada, Letizia abandonó la cena de gala mucho antes que el resto de invitados, incluso que Felipe VI. El problema de la monarca es la enfermedad que padece, el neuroma de Morton. Siente un dolor que se le incrementa cuando aguanta muchas horas en pie. Casa Real tuvo que disculparse en nombre de la reina.