El hermetismo se instaló en Zarzuela desde que la reina Letizia empezó a mandar en la Zarzuela, acentuándose desde que ella y Felipe VI heredaron la corona. Son muchas las fuentes que han afirmado a lo largo de los años que era la consorte quien llevaba los pantalones en casa. A Felipe se le ha llamado “calzonazos”, entre otros calificativos, dejando claro que quien mandaba era la reina.
Letizia consiguió limpiar la casa real de todo lo que oliera a corrupción y comportamientos cuestionables. Así fue alejando al rey emérito Juan Carlos I, que terminó mudándose a Abu Dabi, a la infanta Cristina, manchada por las salpicaduras del caso Nóos, o a la infanta Elena, ferviente fan de Juan Carlos I y de sus actividades sospechosas.
Felipe VI y Leonor ganan protagonismo en detrimento de la reina Letizia
Pero todo cambió cuando Jaime del Burgo reveló presuntas infidelidades de Letizia en el matrimonio. Desde entonces, la figura de la reina se ha ido diluyendo. Su protagonismo ya no conviene. Ha pasado a ser una de esas personas que no generan buenas opiniones alrededor de la monarquía. Y todo ello mientras se ha potenciado la imagen de Felipe VI y la heredera de la corona, la princesa Leonor.
No solo eso. También se está recuperando la unión familiar. Felipe vuelve a ser ‘amigo’ de sus hermanas. Y desde la casa real se está promoviendo esta imagen de reconciliación. Este fin de semana, por ejemplo, coincidieron en una boda Felipe, Cristina y Elena. Además, los tres se tomaron una foto en conjunto, en la que también aparecía orgullosa la reina emérita Sofía.
Una boda en la que, además, Felipe dio rienda suelta a lo que no ha podido desde que está con Letizia. Según varias fuentes, se quedó en la fiesta hasta las seis de la mañana, cosa impensable cuando está con la consorte. Con Letizia, las fiestas se acaban poco después de cenar. Suelen ser los primeros en abandonar el lugar.
Felipe VI es otro sin la reina Letizia
Este cambio de dinámica también se ha notado en la Zarzuela. Antaño, palacio era un lugar de reuniones y encuentros festivos. A Juan Carlos I y Sofía les encantaba ejercer de anfitriones con sus numerosas amistades. Estas fiestas, sin embargo, se acabaron cuando llegó Letizia, que no ha permitido encuentros multitudinarios en palacio.
Ahora Felipe está recuperando estos encuentros sociales. Aprovechando las escapadas de Letizia, el rey organiza comidas y cenas en Zarzuela. Lo ha estado haciendo, por ejemplo, mientras Letizia estaba en París representando a la corona española en los Juegos Paralímpicos. En estos encuentros, Felipe, entre comida y copas, se ha visto con su círculo de amigos, en el que presuntamente se encuentra la nueva amiga de Felipe que mencionó la experta Laura Rodríguez. Una mujer que, según la cronista, es quien ocupa un lugar importante en la vida de Felipe desde que se pactó el cese de convivencia con Letizia.