Es cierto que Letizia se enamoró de Felipe cuando se conocieron, aunque le pudo más la ambición de convertirse en la mujer más poderosa del país que el amor en sí. Por este motivo se vio sobrepasada cuando todos los Borbón le hicieron el vacío. La intención era que se divorciase de Felipe, y casi lo consiguen, pero la reina es una mujer demasiado lista. Prefirió verse a escondidas con otra persona antes que terminar con su paso por la corona. Según Jaime del Burgo, la madre de Leonor y Sofía fue infiel al rey con él durante varios años. Como mínimo hasta finales de 2012, momento en que deciden no verse más y todo sale a la luz.
A partir de estas supuestas infidelidades, algunos expertos en Casa Real han destapado muchas más. Desde su juventud, Letizia ha estado con muchos hombres. En México, donde se fue a estudiar y trabajar conoció a varias personas, en aquel momento atravesaba una fuerte crisis con Alonso Guerrero. Se habían dado un tiempo, pero el profesor no dejaba de llamarla, discutían acaloradamente.
Letizia se vio con otros 'amigos' después de Jaime del Burgo
Cuando conoció a Felipe también se la vinculó con David Tejera. En aquella época estuvo conociendo a tres hombres a la vez. Su marido, el periodista de la CNN+, y a Jaime del Burgo. Pero cuando el padre de Leonor y Sofía descubrió las infidelidades de Letizia con el ex de Telma Ortiz, estuvo a punto de divorciarse. No tolera una mentira, puede perdonar cualquier cosa, pero nunca que le engañen. Letizia le prometió que no volvería a suceder, pero no fue así.
Letizia y Jaime del Burgo dejaron de verse cuando Telma Ortiz rompió con el abogado en 2018. Sin embargo, en aquellos años de crisis, en el año 2013, la reina se marchaba muchas veces de Zarzuela. Se la veía por el centro de Madrid con amigas, ni rastro de Felipe. Los medios de comunicación ya hablaban de un inminente divorcio. Incluso en alguna ocasión se la pudo ver de viaje con amigas, y amigos especiales.
Casa Real investigaba todos los movimientos de Letizia. Se incrementó el personal de seguridad que la acompañaba y el CNI estaba siempre detrás. Cada vez era más complicado librarse de todos ellos. Un fin de semana llegó en coche hasta Altea, donde alquilaba una villa por 1.000 euros al día. Allí se veía con un amigo muy especial, un conocido empresario de Valencia.