Iñaki Urdangarin ha desaparecido del foco mediático al divorciarse de la infanta Cristina. Pasaron por una lucha legal de dos años hasta llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. El exduque de Palma no estaba dispuesto a ceder. Juan Carlos I le prometió que él mismo solucionaría su vida si aceptaba entrar en prisión, en una de mujeres donde contaría con todas las comodidades. El exjugador de balonmano tenía mucha información de Casa Real y podía implicar a otros en el caso Nóos, un escándalo después de ver a la infanta Cristina sentarse en el banquillo de los acusados.
El padre de Juan, Miguel, Pablo e Irene pedía dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que finalmente renunció. Además de 25.000 euros mensuales de por vida. Ahora mismo es Juan Carlos I quien se encarga de hacerle estas transferencias desde Suiza. El día de mañana será la infanta Cristina quien se encargue de ello, aunque deberá hacer frente a una cantidad mucho más elevada si no llegan a un acuerdo.
Casa Real no consigue silenciar a Iñaki Urdangarin. El exduque de Palma amenaza de nuevo a Juan Carlos y con ello a la corona con romper su silencio y contar todas las cosas que sabe del caso Nóos, de los trapicheos de Juan Carlos I o incluso de Letizia, con quien tuvo una gran afinidad durante muchos años porque la entendió perfectamente cuando se casó con Felipe VI, tenían muchas similitudes.
Iñaki Urdangarin pide 50.000 euros o rompe su silencio
Iñaki Urdangarin pediría ahora 50.000 euros mensuales para poder mantener su elevado tren de vida sin trabajar. Juan Carlos I no tendría ningún problema, pero de este pago se encargaría la infanta Cristina más adelante y no le salen los números. Serían 600.000 euros anuales y ella cobra 400.000 euros anuales en su trabajo.
El exduque de Palma se ha saltado todas las cláusulas. Prometió que no se aprovecharía más. Con el dinero que se le ofreció guardaría silencio, pero no lo ha hecho. Quiere mucho más, es la venganza por haber pagado con la cárcel durante cuatro largos años.
La pareja de Ainhoa Armentia se está aprovechando de esa historia de amor con Cristina de más de dos décadas para solucionar sus problemas y los de la abogada. Sabe demasiados trapos sucios. Sus hijos están demasiado dolidos con sus acciones. Está haciendo daño a la infanta Cristina y a Juan Carlos, tal vez por ello no quieren ni acercarse a la vitoriana.