Desde hace un tiempo, el rey Felipe VI se encuentra en una encrucijada. Por un lado, está Letizia, su esposa y compañera de vida, a quien eligió para compartir tanto su vida como el trono de España. Por otro lado, se halla su familia de sangre, de la cual ha tenido que distanciarse en gran medida debido a Letizia.
Desde su llegada a la Zarzuela, Letizia ha trabajado incansablemente para "limpiar" la imagen de la familia real, aunque ello significase distanciarse del rey emérito Juan Carlos I o de sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina. Incluso ha relegado a un segundo plano a la reina emérita Sofía, cuya imagen está irremediablemente ligada a la de Juan Carlos. Después de todo, la consorte ha estado en el otro lado y comprende bien la percepción que tienen los ciudadanos de la monarquía. La ex presentadora de Televisión Española sabe lo que es conveniente, y eso implica alejar cualquier asociación con delitos, malversaciones o asuntos extramatrimoniales que puedan afectar la imagen de la monarquía.
Aunque estas decisiones hayan generado discusiones, Felipe las ha aceptado. Ha cedido ante las imposiciones de la reina Letizia. La ex de Televisión Española le ha convencido de que apartar a ciertas personas del círculo de la familia real era necesario para recuperar la confianza del pueblo español y para preservar la continuidad de la monarquía y el futuro reinado de su hija Leonor. En una ocasión, llegó a decirle a Felipe: "A este paso, tu hija no será reina", antes de enviar a Juan Carlos a Abu Dabi.
La lista negra de la reina Letizia va más allá de la familia de Felipe VI
Pero la lista de personas no deseadas por la reina Letizia no se limita a algunos miembros de su familia política. Algunas royals europeas tampoco son bienvenidas en la Zarzuela. Letizia es de esas personas que no quieren dedicar ni un minuto a quien no le aporta nada.
A diferencia de las relaciones cercanas que mantiene con figuras como Máxima de Holanda, Kate Middleton o Mary Donaldson, con quienes se le ha visto compartir numerosos actos públicos y confidencias, los encuentros con Charlene de Mónaco o Mette-Marit de Noruega son escasos. La conexión de la reina Letizia con Charlene de Mónaco, Victoria de Suecia y Mette-Marit de Noruega es prácticamente inexistente. A excepción de eventos masivos como coronaciones, bodas reales o funerales de Estado, las imágenes de ellas juntas son escasas. Mientras Máxima, Kate Middleton o Mary Donaldson son bienvenidas en la Zarzuela, hay instrucciones de la reina de evitar a toda costa encuentros con Charlene y Mette-Marit, ya sea en la Zarzuela o en eventos públicos.