Desde su ascenso al trono, Letizia ha luchado por mantener una imagen de intachable virtud. Sin embargo, recientes revelaciones han arrojado sombras sobre su reputación, sacando a la luz un pasado que la Casa Real preferiría mantener en las sombras. Letizia, la reina que intentaba proyectar seriedad y elegancia, se ha visto envuelta en un torbellino de escándalos que amenazan con desacreditar su figura. Mientras la ciudadanía comenzaba a simpatizar con ella, un fantasma del pasado ha resurgido para socavar su imagen y prestigio.

Se desconoce quién está detrás de la campaña de desprestigio que ha surgido contra Letizia en los últimos meses, pero las acusaciones de Jaime del Burgo han avivado las llamas del escándalo. El ex de Telma Ortiz ha arremetido contra la reina en un intento por exponer sus supuestas infidelidades. Según los relatos de Del Burgo, él y Letizia mantuvieron un romance secreto durante años, hasta que fueron descubiertos en 2012. Este periodo tumultuoso coincide con una profunda crisis en el matrimonio real, lo que ha llevado a que Letizia sea vista ahora como una mujer adúltera.

Jaime del Burgo
Jaime del Burgo

Los primeros mensajes que Del Burgo compartió a principios de diciembre desaparecieron poco después, pero hacia finales del 2023, retomó el tema ampliando los detalles sobre su relación con Letizia. Según sus palabras, la conexión entre ambos se dividió en cuatro fases distintas. “1) Relación amorosa, de 2002 a 2004; 2) Amigos y confidentes, de 2004 a 2010; 3) Relación amorosa, duradera y continuada, 2010 y 2011; 4) Como cuñados, de 2012 a 2016”, expresó Del Burgo en sus redes sociales.

Letizia se disfraza para pasar desapercibida

Durante este lapso, Letizia y Del Burgo se encontraron en varios lugares, aparte de los encuentros en Zarzuela confirmados por Peñafiel. Mantuvieron reuniones clandestinas en Nueva York, Barcelona y Londres, donde Jaime estaba ejerciendo sus funciones laborales. Sin embargo, ella no estaba dispuesta a dejar nada al azar. Para pasar desapercibida, la monarca se disfrazaba meticulosamente antes de cada cita, adoptando pelucas rubias y gafas de sol que ocultaban su verdadera identidad y le permitían mezclarse en la multitud sin levantar sospechas. Era una estratagema ingeniosa destinada a asegurar que su presencia como reina de España pasara desapercibida y a evitar cualquier evidencia fotográfica que pudiera comprometer su secreto.

Letizia
Letizia

El escándalo fotográfico que amenaza la Corona

A pesar de todos sus esfuerzos por mantener su anonimato, la astucia de Letizia fue puesta a prueba cuando el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), por solicitud de Juan Carlos I, inició una investigación. Como resultado, Casa Real obtuvo una serie de fotografías que mostraban a Letizia disfrazada mientras ingresaba a una residencia privada, el refugio secreto que compartía con el ex esposo de su hermana, Telma Ortiz. Estas imágenes podrían confirmar su infidelidad, un escándalo potencialmente devastador para la imagen de la Corona.

No obstante, consciente de la importancia de preservar la reputación de la institución monárquica, la Casa Real está decidida a evitar a toda costa que estas fotografías salgan a la luz pública. Para ellos, la protección de la imagen de la Corona era una prioridad absoluta, y están preparados para tomar medidas drásticas para garantizar su seguridad.