El pasado 11 de marzo se cumplieron dos meses desde que la princesa Leonor se embarcó en el buque escuela Juan Sebastián Elcano como parte de su formación militar. Desde que zarpó de Cádiz el 11 de enero, la heredera al trono ha tenido que enfrentarse a un entrenamiento físico y mental extremadamente exigente, una experiencia que está poniendo a prueba su resistencia y salud.
Si bien es normal que los nuevos tripulantes pasen por un periodo de adaptación, el caso de Leonor es especialmente preocupante. La princesa sufre de cinetosis, una afección que le provoca náuseas, vómitos y mareos constantes desde el inicio de la travesía. Estos síntomas incluso le han provocado alguna que otra caída en cubierta mientras hacía guardias o ejercicios rutinarios. En uno de estos percances acabó con algunos moratones. Además, le han generado trastornos digestivos, teniendo que pasar algunos días confinada en su camarote.
Se viene la que puede ser la etapa más dura para Leonor en el Juan Sebastián Elcano
El Juan Sebastián de Elcano se encuentra actualmente en ruta hacia Chile, donde hará escala en Punta Arenas del 20 al 23 de marzo y en Valparaíso del 4 al 8 de abril. Y es esta etapa la que está generando una profunda preocupación en Zarzuela. Especialmente en la reina Letizia, que nunca quiso que su hija y heredera al torno realizase formación militar.
Concretamente, cuando tengan que cruzar Cabo de Hornos. En esta zona las aguas son muy bravas, se dan tormentas y el mar está muy revuelto. Supone un desafío extremo incluso para los marineros más experimentados. Y todo ello puede ser un cóctel fulminante para la princesa Leonor. Puede que las biodraminas que le administran no sean suficiente para paliar los síntomas de la cinetosis. Atravesar esta parte del océano podría agravar seriamente su condición.
Preocupación máxima en Zarzuela
La situación no solo ha generado inquietud en Zarzuela, sino que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de evaluar alternativas en caso de que la salud de Leonor se deteriore aún más. Aunque en principio no se contempla una evacuación anticipada, los informes que llegan del buque han intensificado las preocupaciones sobre el impacto de esta prueba en la forma física y mental de la princesa.
Volviendo a la travesía, el barco continuará su ruta hacia El Callao (Perú), Panamá y Colombia, para luego dirigirse a República Dominicana, Nueva York, que será la última parada antes de volver a España.